Desert
Flowers
Living in a wide landscape are the flowers -
Rosenberg I only repeat what you were saying -
the shell and the hawk every hour
are slaying men and jerboas, slaying
the mind: but the body can fill
the hungry flowers and the dogs who cry words
at nights, the most hostile things of all.
But that is not news. Each time the night discards
draperies on the eyes and leaves the mind awake
I look each side of the door of sleep
for the little coin it will take
to buy the secret I shall not keep.
I see men as trees suffering
or confound the detail and the horizon.
Lay the coin on my tongue and I will sing
of what the others never set eyes on.
Rosenberg I only repeat what you were saying -
the shell and the hawk every hour
are slaying men and jerboas, slaying
the mind: but the body can fill
the hungry flowers and the dogs who cry words
at nights, the most hostile things of all.
But that is not news. Each time the night discards
draperies on the eyes and leaves the mind awake
I look each side of the door of sleep
for the little coin it will take
to buy the secret I shall not keep.
I see men as trees suffering
or confound the detail and the horizon.
Lay the coin on my tongue and I will sing
of what the others never set eyes on.
Viviendo en
un amplio paisaje están las flores -
Rosenberg sólo repito lo que decías -
el obús y el halcón cada hora
están matando a hombres y a jerbos, matando
Rosenberg sólo repito lo que decías -
el obús y el halcón cada hora
están matando a hombres y a jerbos, matando
la mente: pero el cuerpo puede llenar
las hambrientas flores y los perros que lloran palabras
por las noches, la cosa más hostil de todas.
Pero eso no es noticia. Cada vez que la noche descarga
cortinas sobre los ojos y deja la mente despierta
miro a cada lado de la puerta del sueño
para que la pequeña moneda sea tomada
para comprar el secreto que no mantendré.
Veo a los hombres como árboles que sufren
o que confunden el detalle y el horizonte.
Dejo la moneda en mi lengua, y cantaré
sobre aquello que los ojos de los otros nunca se han posado.
las hambrientas flores y los perros que lloran palabras
por las noches, la cosa más hostil de todas.
Pero eso no es noticia. Cada vez que la noche descarga
cortinas sobre los ojos y deja la mente despierta
miro a cada lado de la puerta del sueño
para que la pequeña moneda sea tomada
para comprar el secreto que no mantendré.
Veo a los hombres como árboles que sufren
o que confunden el detalle y el horizonte.
Dejo la moneda en mi lengua, y cantaré
sobre aquello que los ojos de los otros nunca se han posado.
© de la traducción
ANTONIO LINARES FAMILIAR