Tierra de Ahulema

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lunes, 19 de diciembre de 2011

ANTONIO TELLO y LA ESCALERA DE CARACOL

El escritor argentino ANTONIO TELLO considera mi traducción de La Escalera de Caracol y Otros Poemas el mejor libro de 2011. Muchas gracias Antonio.









http://cuadernodenotasdeat.blogspot.com/

sábado, 23 de octubre de 2010

domingo, 22 de agosto de 2010

DOS POR EL PRECIO DE UNO: o cómo se anuncia la crítica de dos libros y sólo se habla de uno


El pasado 26 de Junio, Ángel Rupérez publicaba en el suplemento cultural Babelia, dentro de la sección Libro de la Semana, un artículo titulado SEGUNDO ADVENIMIENTO, en principio, tal y como se presenta la página se hablaría de dos libros que coinciden en el tiempo, sendas traducciones de William Butler Yeats: Poesía reunida, traducción de Antonio Rivero Taravillo, una edición bilingüe publicada por Pre-Textos y La Escalera de Caracol y otros poemas, traducción de Antonio Linares Familiar, edición, también bilingüe, publicada por Ediciones Linteo.

Como autor de la traducción publicada por Linteo sigo las reseñas que aparecen de ese trabajo (todas ellas han aparecido en este blog y también se pueden ver en la cuidada página de la editorial en su apartado de prensa). Leo, por tanto, con atención la crítica de Rupérez, se supone que Babelia es, o al menos lo fué, un suplemento cultural contrastado y fiable. Pero la lectura del mencionado artículo me hace ver que se basa solamente en la excelente, cuidada y buenísima traducción de Rivero Taravillo, un trabajo profundo e intenso que ha realizado este poeta y traductor, y merecedor de mejores reseñas; al terminar de leer, y releer, me pregunto y si no habla de La Escalera de Caracol ... por qué lo citan en la página (dan la información básica, es decir, título, autor, traductor, nº de páginas, editorial), tal vez sea para ahorrarse una lectura por parte del crítico y si es así, mejor no citar algo de lo que luego no se habla.

De todas formas esta práctica, lamentablemente, parece habitual, se utiliza el gancho de algunos títulos u obras para luego dedicar los comentarios sólo de algunas de las citadas, una forma de trabajar que va en detrimento de la tarea de crítico y de la fiabilidad de un suplemento cultural que parece enredado en una espiral poco fiable, de información mutilada e incompleta, como recordaba ayer, 21 de Agosto, Sergi Bellver en un interesantísimo artículo titulado Cuento de Agosto, donde con más precisión que mis palabras habla de ese vacío informativo que se produce ahí donde tendría que haber lo opuesto.
No me duele que de mi trabajo como traductor no se hablara, no, me duele el hecho de no citar lo que se anuncia, ni del buen trabajo de una editorial como es Linteo dirigida por Antonio Colinas, cómo se le niega al lector una información previamente comunicada, y de la pérdida de fiabilidad de un suplemento cultural.
A propósito, hoy despertamos con la noticia del fallecimiento de Fogwill cuánto tardarán los "culturales" en dedicarle homenajes varios póstumos recordando su grandeza y sus palabras imprescindibles en la literatura, en fin...
Aquí tenéis el artículo


ANTONIO LINARES FAMILIAR


EL PAÍS

Babelia

CRÍTICA:

EL LIBRO DE LA SEMANA
Segundo Advenimiento


Poesía reunida
W. B. Yeats
Traducción de Antonio Rivero Taravillo
Edición bilingüe
Pre-Textos. Valencia, 2010
824 páginas. 42 euros


La escalera de caracol y otros poemas
W. B. Yeats
Traducción de Antonio Linares Familiar
Linteo. Ourense, 2010
206 páginas. 15 euros

ÁNGEL RUPÉREZ 26/06/2010
"La obra poética de William Butler Yeats se traduce íntegramente por primera vez al español. Una gran noticia que permite apreciar todo el arco creativo de este escritor irlandés, y premio Nobel, que supo ensanchar literaria y simbólicamente su idioma. Mientras su primera etapa es más musical y ensoñadora, la segunda gana en intensidad, dureza y compromiso
La poesía de W. B. Yeats (1865-1939) -editor de W. Blake, premio Nobel en 1923 y gran referencia de la poesía en inglés de su tiempo, junto con T. S. Eliot- presenta dos caras diametralmente opuestas (y en eso recuerda mucho a J. R. Jiménez): la de su primera época, desde 1899 hasta 1914, y la de su segunda época, de 1914 a 1939, año de su muerte. Para la mayoría, Yeats es un poeta importante gracias a esta segunda época, en la que su poesía pierde en musicalidad y suavidad soñadora y gana en densidad, complejidad, intensidad y dureza. Para la traducción es más agradecida -con diferencia- su primera poesía porque la suavidad soñadora se incorpora con más facilidad a nuestra lengua. La segunda es mucho más compleja y difícil de traducir porque los esfuerzos conceptuales que hay en ella y el austero lirismo que los suaviza se secan en cuanto les falta el apoyo de la métrica y la rima, siempre constantes (Yeats nunca quiso saber nada del verso libre: le parecía una concesión a la facilidad y una traición a la tradición). De ahí la sensación que tiene este lector con frecuencia de aridez y falta de atractivo, como si la pura y dura prosa versificada nos acompañara. Los esfuerzos del traductor en este sentido han sido por completo loables, pero los resultados no siempre han acompañado. Momentos de plenitud y momentos de grisura, decisiones mejorables y dianas absolutas, palabras o expresiones inaceptables para mí (magín, gacha, por cima de), injustificadas si nos atenemos al original, o traducciones sencillamente mejorables, quizás si el criterio se hubiera inclinado hacia la pura y dura literalidad, guiada por holgura de nuestra lengua, ya no sometida al corsé métrico ni a la atadura de la rima, o hacia la traición, si el resultado hubiera mejorado la literalidad, sin atentar por ello contra el sentido último, salvaguardado y respetado. Ahora bien, es fácil decir esto, pero lo difícil es afrontar el reto de nuestro traductor, y los resultados, aunque discutibles a veces, y mejorables otras, deben ser respetados y valorados como extremadamente honrados y laboriosos. Esta traducción es, en general, solvente, a menudo brillante, y otras más árida y seca. Pero ¿quién la hubiera mejorado drásticamente?
En cuanto a la edición en sí, es la primera vez que se traduce íntegramente al español la poesía de Yeats. El criterio seguido por los editores se adapta al de las ediciones más reconocidas en estos dos aspectos controvertidos: colocar Las errancias de Oisin al comienzo del volumen, en vez de en un apéndice al final (como solía hacerse antes de la edición de A. N. Jeffares (Londres, 1989) y aún lo siguen haciendo otros, como R. J. Finneran (Nueva York, 1989), y dividir los últimos poemas en dos volúmenes distintos, como, al parecer, era la voluntad del propio Yeats: Nuevas poesías y Últimas poesías (durante mucho tiempo, sin embargo, esta parte última de la poesía de Yeats se editaba como Last Poems, sin más). A eso hay que añadir la elegancia del volumen, de una exquisitez en cierto modo incompatible con los tiempos que corren y, por eso mismo, aún más valiosa.
Digamos ahora unas palabras sobre la poesía en sí de Yeats. Sus primeros libros, desde Las errancias de Oisin (1889) hasta El Yelmo verde y otros poemas (1910), pasando por Encrucijadas (1889), La rosa (1893), El viento entre los juncos (1899) y En los siete bosques (1904), muestran a un poeta completamente sumergido en las corrientes literarias inglesas de su tiempo, marcadas por la influencia del prerrafaelismo -William Morris sobre todo-, y del simbolismo importado de Francia por su amigo Arthur Symons. Todo este mundo de evocaciones, ensoñaciones y vagabundajes quiméricos dejó casi de existir a partir de su libro Responsabilidades (1914), en el que, bajo la influencia de quien fue su secretario por una temporada (1913-1916), Ezra Pound, depuró su lengua, la desnudó y la tensó sobremanera, con el fin de que pareciera intensa y verdadera además de más impersonal (máscaras donde ocultarse). Es la época de libros como Los cisnes salvajes de Coole (1919), Michael Robartes y la bailarina (1921), La torre (1928), La escalera de caracol y otros poemas (1933), Nuevas poesías (1938) y Últimas poesías (1939). En ellos la memoria desplegó toda su fuerza en sensacionales poemas elegiacos como En memoria de Eva Gore-Booth y Con Markiewicz, En memoria del comandante Robert Gregory o el magistral Regreso al museo municipal, uno de los mejores poemas sobre la amistad que he leído en mi vida, si no el mejor: "Si queréis juzgarme, no juzguéis solamente / este libro o aquel, venid a este lugar sagrado /donde cuelgan los retratos de mis amigos, y contempladlos".
Para Yeats la poesía denuncia y, al mismo tiempo, formula aspiraciones insaciables e ideales, como ese anhelo de la Unidad del Ser en medio de los fragores de un apocalipsis que parece estar a punto de llegar, tal como revela su escalofriante poema El segundo advenimiento: "Todo se desmorona; el centro cede; / la anarquía se abate sobre el mundo, / se desata la marea ensangrentada, y por doquier / se anega el ritual de la inocencia...". Pero, además, la poesía plantea al poeta en el plano individual una difícil y casi dramática cuestión: o escoger la vida (una mansión celestial) o la obra, como declara su poema La elección. Escogida la obra, al final sobreviene la corrosiva sensación de descontento con su propia poesía, proclamada poco antes de morir: "Convoco a aquellos que me llaman hijo... / para que juzguen lo que he hecho... / Yo no puedo pero no estoy satisfecho".

Todo ello entretejido por la presencia obsesiva de esa vejez torturante que se adueña como un espectro andrajoso de la vida del poeta y que deambula inútilmente por los escenarios de una sexualidad intimidante y cruel, en esos célebres poemas -Bizancio, Rumbo a Bizancio- en los que el placer acosa literalmente al viejo impotente que acaba refugiándose en una súplica: "Consumid mi corazón; enfermo / de deseo, y atado a un animal que muere, / desconoce lo que es; y haced que me una / al artificio de la eternidad". "

martes, 6 de julio de 2010

Jorge de Arco habla de La Escalera de Caracol

En la revista Piedra del Molino, editada en la localidad de Arcos de la Frontera, dentro de su número de Primavera de 2010, el poeta Jorge de Arco habla de La Escalera de Caracol y otros poemas





Muchas gracias Jorge

sábado, 3 de julio de 2010

Elisenda N. Frisach, de UNDERDOGS, habla de La Escalera de Caracol

Reseña aparecida en UNDERDOGS, Magazine de Arte, tendencias y otras debilidades humanas.



En tiempos de crisis, volver a las fuentes puede servir para adquirir perspectiva, para recuperar un sentido de caudal, continuidad y pertenencia. Y, sobre todo, para dar un paso más allá, evolucionar y cambiar, pues la ignorancia, o, peor, las consignas inadvertidamente asumidas, llevan siempre a la repetición del error, y la capacidad de renovarse es directamente proporcional a la de indagar en la diferencia.Redescubrir a William Butler Yeats resulta, entonces, proverbial, ya que supone hablar de un hombre de su tiempo, que, como el nuestro, fue un período de cambios típicamente fin de siècle, donde la caída de los valores anteriormente establecidos se suplió con la búsqueda de nuevas coordenadas, bien fuera por medio de un regreso a los orígenes, bien por la adopción de visiones marginales, iconoclastas o foráneas. Es sintomático que en la vida y obra de este poeta, dramaturgo y ensayista tuvieran cabida aspectos tan variopintos como el renacimiento nacional de su país; las leyendas célticas sobre hadas y gnomos de su infancia; la lectura de Shelley, Blake o Swedenborg; el teatro japonés noh; la orden hermética de la Aurora Dorada, o la masonería de los Rosacruz, por citar sólo algunos de los más eclécticos. Esta amalgama de influencias conforma una voz única, propia del rabioso individualista que fue, amante de las mujeres y del lujo, aprendiz de mago y empresario teatral, luchador por Irlanda y anacoreta, dandy ególatra y místico.

La editorial gallega Linteo publicó en enero, en una exquisita y muy recomendable edición bilingüe, brillantemente traducida y prologada por el profesor de inglés y poeta Antonio Linares Familiar, la que quizá sea la obra de plenitud del escritor, La escalera de caracol y otros poemas, una colección de rimas honda y bella, tan críptica, sugerente e inquietante como emotiva, una muestra de la potencialidad de la poesía para erigirse en espacio de indagación preternatural, de consagración y de epifanía pero, también, una constatación del talento del autor para aportar una visión lúcida, simultáneamente melancólica e irónica, de la existencia, expresada en su repulsa de la mediocridad y en su deseo –¿o convicción?– de permanencia tras la muerte.

El poemario se divide en tres partes: la que da título al conjunto, Words for music perhaps y A woman young & old. La primera de ellas se asienta sobre una sutil concatenación de imágenes simbólicas, con la torre y la escalera de caracol que da acceso a su cima al frente, como alegoría de la imaginación humana, de la alambicada unión del alma con la mente, pero también del lazo espiritual, cultural e intelectual de algunas personas (los clarividentes, los guías), para, escalón a escalón, hacer ascender al conjunto de la raza, depositaria de la sabiduría ancestral de nuestros predecesores, a fin de coronar el conocimiento del mundo y superar sus limitaciones hacia la eternidad. Los cisnes, la luna, el agua, la espada… vuelven a aparecer en sus versos para devenir instrumentos de la relevación en lo cotidiano, para construir la imagen del poeta como un hombre maduro y desencantado de su contemporaneidad, quien, desde su atalaya (moral, intelectual e incluso física, dadas su edad y su residencia de la época, la torrecilla de Coole Park), reflexiona sobre el paso del tiempo, sobre la historia y la memoria en tanto deudoras de éste, y sobre la muerte, destino último.
Respecto a Words for music perhaps, un lenguaje más sencillo, basado en los versos populares, de rimas musicales y breves, recoge temas como el amor, la soledad, la vejez… Es decir, las eternas inquietudes filosóficas del ser humano son expuestas de manera sensible y conmovedora a fin de producir en el lector un buscado efecto de empatía y catarsis.

Finalmente, A woman young & old supone la asunción del yo poético de varias máscaras, principalmente la femenina, con las que erigir, a través del relato de la plenitud y la decepción amorosas, una composición compleja y experimental, mezcla de poesía narrativa y teatro poético de raigambre shakesperiana y griega.

Yeats indagó de forma constante en las raíces que perfilaban la idiosincrasia de su comunidad, mediante las cuales trascendió hacia una espiritualidad universal vinculada al subconsciente individual y al inconsciente colectivo junguiano. Su poesía, misteriosa y metafísica, de una sensualidad densa y precisa, quedaría marcada por la simbología de las ciencias ocultas, el contexto modernista de sus años de juventud y los incipientes -ismos de sus años de madurez, lo que haría emerger una de las producciones poéticas más fascinantes, inclasificables e influyentes del siglo XX.

Por Elisenda N. Frisach

Con todo mi afecto, agradezco a Elisenda y a todo el equipo de UNDERDOGS la crítica a La Escalera de Caracol y otros poemas

lunes, 31 de mayo de 2010

Crónica de La Escalera de Caracol en CULTURALIA del Diari de Menorca

Reseña realizada por Juan Cantavella, Catedrático de Periodismo, Facultad de Humanidades y C.C. de la Comunicación, Universidad San Pablo CEU.

viernes, 7 de mayo de 2010

La Libélula se posó en la Escalera de Caracol: entrevista en el programa LA LIBÉLULA de Radio3 de Rne

En la madrugada del 6 al 7 de Mayo, Juan Suárez (esa voz sin rostro que dirige La Libélula de Radio3, Rne) y yo estuvimos hablando, y compartiendo Guiness, sobre Yeats y La Escalera de Caracol


La escalera de caracol (W. B. Yeats) ( LaLiBéLuLa)

"Hoy vamos a descender a alguna taberna irlandesa desde las alturas del ensueño, cosa que resultará sencilla y agradable gracias a 'La escalera de caracol' y otros poemas de William Butler Yeats, que nos presentará de viva voz su traductor e introductor Antonio Linares. Para este planeo LaLiBéLuLa de Radio 3 contará además con la palabra y las voces de Julio Cortázar, Mona León, Mayca Aguilera, Federico Volpini... Además, durante este planeo, LaLiBéLuLa de Radio 3 contará con la palabra y las voces de Jean-Françoise Deniau, Fernando Pessoa y Carmen Latorre... Y suenan: Escaleras y Cortázar - Elhombreviento - Las aventuras de Señor Bajito, Spiralling - Antony & The Johnsons - I am a bird now, Fire stairs - Darren Hayman & The Secondary Modern - Pram Town, Now & In Time to Be (The Works of Yeats) (The lake Isle of Innisfree - William Butler Yeats, An irish american foresees his death - Café Orchestra, Before the world was made - Van Morrison, Yeats' Grave... (07/05/10)." (Juan Suárez)




Con "la voz sin rostro", Juan Suárez, tras las "pintas" a la salud de W.B. Yeats

La escalera de caracol (W. B. Yeats) ( LaLiBéLuLa)



Gracias Juan y gracias a todo el equipo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Reseña de La Escalera de Caracol y otros poemas realizada por JOSÉ ANTONIO REDONDO MARTÍN

WB Yeats: ‘La escalera de caracol’ y otros poemas comments


Posted on 2nd Mayo 2010 by redondomartin in Poesía

la escalera de caracol, Linteo, muerte, Poesía, vejez, WB Yeats, William Blake



La esca­lera de cara­col y otros poe­mas.
Lin­teo. Orense, 2010. 208 páginas. Traducción de Anto­nio Lina­res Fami­liar.
ISBN: 978–84-96067–50-9 . For­mato: rús­tica, 14 x 22 cm. 15 euros.

Declaro que esta torre es mi sím­bolo, declaro
que esta monó­tona esca­lera de cara­col es mi esca­lera ances­tral;
que Golds­mith y Deán, que Ber­ke­ley y Burke han subido por ella.

William Butler Yeats (1865–1939) ha sido, junto con Sea­mus Hea­ney el poeta más impor­tante de Irlanda. Su lite­ra­tura fue un largo camino de bús­queda y de tra­bajo, un camino que cul­minó en su madu­rez con dos gran­des obras maes­tras: La Torre y La esca­lera de cara­col. El poeta, que había alcan­zado la cum­bre del reco­no­ci­miento lite­ra­rio con el Nobel de lite­ra­tura y la cima del reco­no­ci­miento nacio­nal como sena­dor de la joven repú­blica irlan­desa, aborda en su gran poe­sía de madu­rez una visión cre­pus­cu­lar y doliente sobre el paso del tiempo, y para ello uti­liza todo tipo de apro­xi­ma­cio­nes y sím­bo­los: el epi­ta­fio de Swift, la refe­ren­cia a eda­des anti­guas en espe­cial al impe­rio de Bizan­cio y los sím­bo­los cel­tas de la muerte como es el lago.

El signo cre­pus­cu­lar es inequí­voco y abre el pri­mer poema: “La luz de la tarde, Lis­sa­dell…”; no le interesa al poeta tanto la reali­dad de la muerte, sino su sig­ni­fi­cado; no se apro­xima a ella desde la pers­pec­tiva román­tica, sino de la sim­bó­lica, y no aborda esta muerte como final sino como una ruina y una opor­tu­ni­dad de sabi­du­ría. Entre la con­cien­cia y la vani­dad como moto­res del afán del hom­bre, entre la per­fec­ción de la vida y la del tra­bajo, se desem­boca sin remi­sión en la vacie­dad o en el remor­di­miento, en un ocaso personal.

La esca­lera de cara­col gira entorno a poe­mas de muy dis­tinta exten­sión y com­ple­ji­dad, algu­nos como Gra­ti­tud a los ins­truc­to­res des­co­no­ci­dos consta de sólo cua­tro ver­sos y una sim­pli­ci­dad pro­pia de un Haiku, mien­tras que Bizan­cio o Vaci­la­ción son poe­mas de largo aliento.

Nos dice que para unos la vida es un fre­nesí, para otros un labe­rinto, para otros un sueño, y el pla­cer del pre­sente no es más que el sonido de unos gui­ja­rros en la ori­lla, bajo una ola fugaz. Este poeta maduro que parece renun­ciar al uso de una forma pasa a uti­li­zar casi todas ellas, no quiere com­po­ner una sin­fo­nía, sino una suite pode­rosa y leve, paro­dica y trascendente.

Cul­mina con esta obra el plan­tea­miento de La Torre, esta­ble­ciendo el valor de la poe­sía en el terri­to­rio de la ima­gi­na­ción y el espí­ritu, bien lejos del posi­ti­vismo y del libe­ra­lismo del siglo que le vio nacer y mucho más pró­ximo a uno de sus gran­des ins­pi­ra­do­res: el gran William Blake.

La esca­lera de Jacob, William Blake


Había releído hace poco varios poe­mas de La torre en una anto­lo­gía de WB Yeats, si de aquel libro comenté en su día que era uno de los mejo­res jamás escri­tos este no le va a la zaga, ya que le iguala en su auten­ti­ci­dad, en su liber­tad crea­tiva y en su abru­ma­dora apor­ta­ción de sím­bo­los e imá­ge­nes. La tra­duc­ción de Anto­nio Lina­res Fami­liar es exce­lente y trans­mite de forma bas­tante fiel la musi­ca­li­dad que poseen estos poe­mas del Irlan­dés. Edi­ción que no en vano nos regala tam­bién Tal vez pala­bras para música.

El lienzo de Yeats com­bina ele­men­tos míti­cos, como en el caso de Blake, pero domina un espa­cio más amplio en que se conec­tan cier­tos apun­tes loca­les, como el arroyo de Glen­da­lough, el par­que de Coole con imá­ge­nes uni­ver­sa­les como el des­te­llo del sol y la memo­ria de gran­des poe­tas como Homero. He que­rido ilus­trar este post con una ima­gen de Yeats ya anciano y donde parece estar algo can­sado y con la cha­queta mal colo­cada, un poeta enorme, de la estirpe de Dante y de Blake, y que en este libro parece seguir esta máxima de Vir­gi­lio: “Fugit irre­pa­ra­bile tempus.”

Las impu­ras imá­ge­nes del día se reti­ran,
la ebria sol­da­desca del Empe­ra­dor está dor­mida,
el eco de la noche retro­cede, can­ción de pros­ti­tu­tas
des­pués de la cam­pa­nada de la cate­dral;
el bri­llo de una estre­lla o una bóveda ilu­mi­nada por la luna des­deña
todo lo que es el hom­bre,
todas las sen­ci­llas com­ple­ji­da­des,
la furia y el limo de las venas.

José Antonio Redondo Martín

lunes, 3 de mayo de 2010

La Escalera de Caracol y otros poemas en la revista ENCUENTROS DE LECTURA

30 de abril de 2010
Yeats. La escalera de caracol y otros poemas



William Butler Yeats.
La escalera de caracol y otros poemas.
Traducción de Antonio Linares Familiar.
Linteo. Orense, 2010.


Las impuras imágenes del día se retiran,
la ebria soldadesca del Emperador está dormida,
el eco de la noche retrocede, canción de prostitutas
después de la campanada de la catedral;
el brillo de una estrella o una bóveda iluminada por la luna desdeña
todo lo que es el hombre,
todas las sencillas complejidades,
la furia y el limo de las venas.


Esa es la primera estrofa de Bizancio, uno de los poemas esenciales de William Butler Yeats (1865-1939) que forman parte de La escalera de caracol y otros poemas, que acaba de publicar Linteo en edición bilingüe, con traducción, prólogo y notas de Antonio Linares.

Tras Una visión (1925) y La torre (1928), La escalera de caracol y otros poemas (1933) cierra la trilogía poética de la madurez de Yeats, en la que ha configurado ya un universo poético inconfundible.

Irlandés comprometido con los movimientos nacionalistas de finales del XIX, Yeats, como Pound y Eliot, afronta esa entrada radical en la contemporaneidad desde una mirada y un pensamiento en el que se combinan, a veces de manera problemática, la tradición y la modernidad.

A lo largo de su obra se funden ejemplarmente vida y poesía, ideología y literatura para dar lugar a una producción en la que se concreta un peculiar diálogo entre el poeta y el mundo del que surge la expresión lírica.

El tiempo y la memoria, Irlanda y el amor, las torres y la llama forman parte del imaginario poético de uno de los poetas imprescindibles del siglo XX. En la simbólica estructura circular de este libro, habitado por la oscuridad y la noche, las sombras y la muerte están algunos de los textos más memorables de Yeats.

Un ejemplo, el poema Muerte:

Ni el miedo ni la esperanza asisten
a un animal moribundo;
un hombre que espera su final
teme y espera todo;
muchas veces murió,
otras tantas se levantó de nuevo.
Un gran hombre orgulloso
que se encara con los asesinos,
y se burla
de ese exceso de ímpetu,
conoce la muerte hasta el tuétano:
el hombre ha creado la muerte.

Está aquí el Yeats dueño de un mundo propio de imágenes que conjugan pensamiento y emoción en la conciencia aguda del paso del tiempo.

Como en toda su época madura, Yeats practica una poesía en la que conviven la expansión y la contención, construye una obra la vez localista y universal, donde lo confesional cohabita con la alucinada voz del bardo o del oráculo. Los textos de La escalera de caracol y otros poemas son una acabada muestra de su modernidad sin consuelo, de la fuerza expresiva de una poesía en la que conviven lo autobiográfico y lo visionario.

Además de los poemas de La escalera de caracol, el volumen recoge las asombrosas canciones de Tal vez palabras para música, llenas de libertad imaginativa y de fuerza expresiva, de las que dijo Yeats que eran todo emoción. Destacan entre ellas el espléndido ciclo de la loca Jane en diálogo con personajes como el obispo.

Su potencia dramática, su configuración en torno a los personajes que interpretan esas canciones las emparenta con los poemas de Una mujer joven y anciana, una serie de diálogos en los que Yeats asimila la mejor tradición del lenguaje teatral desde Sófocles hasta el teatro mitológico contemporáneo pasando por Shakespeare.

Al final, para no perturbar la lectura, casi como una invitación a la relectura, unos breves y esclarecedores comentarios del magnífico traductor aclaran la génesis, el sentido y las alusiones de cada poema.


Santos Domínguez

jueves, 22 de abril de 2010

"La escalea de caracol y otros poemas" Reseña en CATALUNYA RADIO

Dos poetes

Per Jordi Cervera

Noves edicions de dos clàssics de la poesia: "La escalera de caracol y otros poemas", de William Butler Yeats, a Linteo, i "Sólo un caballo azul y una madrugada", de Federico García Lorca a Círculo de Lectores.

Noves edicions de dos poetes clàssics que continuen tenint una influència cabdal en les noves generacions. "La escalera de caracol y otros poemas", de William Butler Yeats, editada per Linteo, i "Sólo un caballo azul y una madrugada", una antologia de Federico García Lorca que publica Círculo de Lectores.
Yeats va escriure aquest llibre l'any 1933, deu anys després de rebre el Premi Nobel. És una obra d'estructura circular que posa de manifest l'univers que el poeta va anar construint al llarg de tota la seva vida activa i que Linteo presenta en traducció castellana d'Antonio Linares Familiar.
Federico García Lorca és també un univers inesgotable i, aquesta vegada, Andrés Soria Olmedo ha rastrejat tota la seva obra i, a més de responsabilitzar-se del pròleg, ha seleccionat poemes clau de tots els seus llibres per facilitar una mirada panoràmica al conjunt del seu treball poètic. Arrencant amb "Libro de poemas" i acabant amb poemes esparsos, l'obra del poeta de Fuente Vaqueros manté la força d'una lírica poderosa i rica.
"La escalera de caracol y otros poemas", de William Butler Yeats, editada per Linteo, i "Sólo un caballo azul y una madrugada", una antologia de Federico García Lorca que publica Círculo de Lectores.

Jordi Cervera: "Dos Poetes" 20/04/2011 (pincha aquí para escucharlo)