Tierra de Ahulema

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sábado, 15 de julio de 2017

Poeta invitado: MIGUEL DE UNAMUNO "Morir soñando"



MORIR SOÑANDO

                                                Au fait, se disait-il a lui-même, il parait que 
mon destin est de mourir en rêvant.
(Stendhal, Le Rouge et le Noir, LXX, 
«La tranquillité»)  

                                                                   



Morir soñando, sí, mas si se sueña
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.

Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:

¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?

jueves, 16 de marzo de 2017

Poeta invitado: ANTONIO DAGANZO, "Ese tipo sombrío y taciturno"

ANTONIO DAGANZO

ESE TIPO SOMBRÍO Y TACITURNO

            Miradlo.
            Temblad.

            Incluso pareciera que la tarde
            enmudece a su paso.

            No es temor lo que infunde:
            es tristeza.
            Una turbia tristeza.

            Abstraído,
            rugoso,
            todos sus movimientos pierden sangre
            sin una sola herida.

            Ni siquiera un destello,
            un reflejo muy pálido de sencillas batallas
            se distingue en sus ojos roedores,
            hambrientos de minucias
            con que ponerse a salvo.

            Mirad cómo se aleja
            tropezando silencios,
            con tanto amor caduco que ya es odio.

            Esa fallida alma pudo hacérsenos cómplice.
            Pudimos ser nosotros
            ese tipo sombrío y taciturno
            que cruza descampados.

            Cantemos alabanzas al valor
            por darnos,
            generoso,
            la locura completa de su gracia,
            la fuerza de sufrir.


                                                                 Del poemario Juventud todavía (2015).

jueves, 10 de noviembre de 2016

Poeta invitado: JAIME ALEJANDRE, "¿Frente a qué cuadro...?




¿Frente a qué cuadro y qué
música de fondo, con qué
libro entreabierto en la mesilla,
después de qué película,
bajo qué cenizas del amor?,
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte.

¿Qué última palabra, y qué recuerdo
abrasando tus pupilas,
doliéndote en la lengua qué
gesto, asombro o pena,
en qué estación, bajo qué luz?
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte.

¿Qué ojos mirándote y qué manos
para darte un consuelo que no llega,
qué dureza de sábana lavada y qué
calor de cuerpo aún desnudo,
qué espejo para el postrer despido?,
cuando vayas -como irás-
hacia la muerte.

¿Qué lluvia, con qué beso y qué
remordimiento aún encendido,
qué soledad, qué compañía o verso,
al pie de qué animal, qué armas,
en mármol, bajo qué tierra sin nombre,
qué fecha podrá allí acompañarte
y qué importancia absurda?
cuando vayas -como irás-
y ya no vuelvas.


(Del libro “Los Guerreros de Terracota”, 2003)

lunes, 7 de noviembre de 2016

Poeta invitado: NICOLÁS CORRALIZA, "Oficios y supersticiones"


OFICIOS Y SUPERSTICIONES

Dicen que aparca su máquina
en el ángulo discreto de la espera.
Viene de un aliento sin norte,
del negro silencio donde el humo es sagrado. 
Cuando pasa el afilador la que silba es la muerte.



NICOLÁS CORRALIZA (Madrid, 1970) ha publicado los libros:
La belleza alcanzable  (2012),  La huella de los días (2014)  y  Viático (2015).
Ha sido incluido ente otras, en las revistas Norbania,  Estación Poesía,  Ágora, Voladas y Cuadernos de Humo.

martes, 28 de junio de 2016

Poeta invitado: MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ SANJUÁN, "Las jornadas alumbradas de Amijái"


LAS JORNADAS ALUMBRADAS DE AMIJÁI

Todo lo que se busca se pierde,
 inmensidad tan intensa como oír al eco devolvernos nuestro nombre.

Tú me hablabas de guerras, Amijái, pero de qué guerras,
si dentro de mí ya creía anidar espejismos y pedregales:
desiertos en los que su espíritu me decía: –Ven solo, pues solo eres:
 horas que aún recuerdo:
mi padre arreglando mis zapatos tras quitarles el barro pegado:
sencillas y amargas suelas renombrando sus costuras:
día tras día de los viejos caminos hacia todas las escuelas del deseo.

Todo era ese momento eterno,
todo era la existencia que se alzaba ante la noche,
todo era la guerra de mi sangre expoliada.
La vida era ir descubriendo, muy a pesar nuestro,
que la muerte existía cosida a nuestra lengua,
 a nuestros sentidos siempre dispuestos para comprender lo desconocido.

Mas ya no había misterios.
Todo lo que deseábamos hacer nuestro ya era de todos:
repetida oscuridad una y otra vez desde nuestras oscuridades.

Amijái, mi querido y pequeño Amijái,
qué guerras dijiste que nos destrenzarían,
 qué crepúsculos renacidos dijiste que nos darían pan sin futuro y húmeda harina.
De qué dolor sin corazón me hablaste, Amijái, de qué premonición sin cuerpo.
 De qué “todo” separabas con cuidado la palabra volver,
para desde ella dar luz a nuestras jornadas.
De qué asombrada realidad te alimentabas junto al silencio, Amijái:
mi querido y pequeño destino: mi Todo.


de Los dialectos del éxodo, Colección Monosabio, Málaga, 2007)

miércoles, 22 de junio de 2016

Poeta invitado: ANTONIO MORENO FIGUERAS, "Un virus homérico"


UN VIRUS HOMÉRICO
Siempre me consideré un troyano.
Antes que sudista.
Pero no creo en la belleza de la derrota
ni en que una mujer pueda incendiar
el mundo.
El destino ya no cuenta
entre mis tropos.
Intuyo, no obstante,
que en esa ciudad,
entre esas gentes
ardiendo,
una vez descansó

mi corazón.

jueves, 2 de junio de 2016

Poeta invitado: GREGORY CORSO "Anoche conduje un coche"

GREGORY CORSO (26 de marzo de 1930 - 17 de enero de 2001)

Last Night I Drove a Car   

Last night I drove a car
not knowing how to drive
not owning a car
I drove and knocked down
people I loved
...went 120 through one town.

I stopped at Hedgeville
and slept in the back seat
...excited about my new life.


Anoche conduje un coche

Anoche conduje un coche
sin saber conducer
sin tener uncoche
conduje y atropellé
a gente que amaba
... fui a 120 por una ciudad.

Paré en Hedgeville
y dormí en el asiento de atrás
… emocionado por mi nueva vida.

(Traducción Antonio Linares Familiar)

martes, 24 de mayo de 2016

Poeta invitado: YOLANDA CASTAÑO, "La poesía es una lengua minorizada"


LA POESÍA ES UNA LENGUA MINORIZADA

Comenzaría por el espesor. Su acidez, su ph.

Camina igual que una mujer:
entre la masacre de lo invisible
y el campo de concentración de la visibilidad.

Ladra estilo y final,
una épica hospitalaria.

En el poema el lenguaje
se hace oídos sordos a sí mismo,
en él las palabras amplían
su círculo de amistades.

Hay que masturbar el abecedario
hasta que balbucee cosas
aparentemente inconexas.

Caja de cambios del habla,
gestos de otro orden.
La sonrisa del mosquito dentro de la piedra de ámbar.

No se trata de que no comprendas árabe.
No entiendes

poesía.


A POESÍA É UNHA LINGUA MINORIZADA

Comezaría polo espesor. A súa acidez, o seu ph.

Camiña igual ca unha muller:
entre o masacre do invisible
e o campo de concentración da visibilidade.

Ladra estilo e final, 
unha épica hospitalaria.

No poema a linguaxe
faise ouvidos xordos a si mesma,
nel as palabras amplían
o seu círculo de amizades.

Hai que masturbar o abecedario
ata que balbuza cousas
aparentemente inconexas.

Caixa de cambios da fala, 
acenos doutra orde.
O sorriso do mosquito dentro da pedra de ámbar.

Non se trata de que non comprendas árabe.
Non entendes

poesía.

A Segunda Lingua [La segunda lengua] (Visor, ed biling., 2014)

domingo, 17 de enero de 2016

Poeta invitado: JORGE DE ARCO "La paz de tu palabra"


LA PAZ DE TU PALABRA

“Aunque yo muera siempre habrá un testigo”
Leopoldo de Luis


La luz se va extinguiendo. Mientras, laten los ojos,
se doblegan las sombras, se despide la tarde
que amansa el corazón. El corazón que mueve
el mundo lentamente. Ya nadie ignora, nadie,
que la alegría cuesta más que el silencio, más
que alcanzar ese cielo de promesas y púrpuras.
No basta la nostalgia ni tampoco este ocaso,
ni asomar la mirada por los muros ajenos,
como perros hambrientos, como incómodos huéspedes
que habitan en la noche los lugares de otro.

La luz se va extinguiendo. Pero me queda aún
el sur de tu memoria, la paz de tu palabra,
 una línea vencida a ras de tu alfabeto,
una sola manera de inaugurar los días,
delirantes y lábiles, testigos para siempre

de tu verso pulsante, de tu voz compañera.

sábado, 9 de enero de 2016

Poeta invitado: VLADÍMIR MAYAKOVSKI, "¡Escuchen!"

Vladímir Mayakovski (7 de julio 1893 – 14 de abril 1930
¡Escuchen!
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que alguien quiere que existan,
quiere decir que alguien escupe esas perlas?
Alguien, esforzándose,
entre nubes de polvo cotidiano,
temiendo llegar tarde,
corre hasta llegar hasta Dios,
y llora,
le besa la mano nudosa,
implora,
exige una estrella,
jura,
no soportará un cielo sin estrellas,
luego anda inquieto,
pero tranquilo en apariencia,
le dice a alguien:
“¿Ahora estás mejor, verdad?
¿Dime, tienes miedo?”
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que son necesarias,
quiere decir que es indispensable,
que todas las noches,
sobre cada techo,
se encienda aunque más no sea una estrella?

sábado, 21 de noviembre de 2015

Poeta invitado: JOSEPH MARY PLUNKETT "I See His Blood Upon The Rose"

    JOSEPH PLUNKETT (21 de noviembre de 1887 - 4 de mayo de 1916)

I see his blood upon the rose

I see his blood upon the rose
And in the stars the glory of his eyes,
His body gleams amid eternal snows,
His tears fall from the skies.

I see his face in every flower;
The thunder and the singing of the birds
Are but his voice—and carven by his power
Rocks are his written words.

All pathways by his feet are worn,
His strong heart stirs the ever-beating sea,
His crown of thorns is twined with every thorn,
His cross is every tree.



Joseph  Plunkett


Veo su sangre sobre la rosa

Veo su sangre sobre la rosa
Y en las estrellas la gloria de sus ojos,
Su cuerpo brilla entre de las nieves eternas,
Sus lágrimas caen de los cielos.

Veo su rostro en cada flor;
El trueno y el canto de los pájaros
Son su voz y ,talladas por su poder,
Las rocas son sus palabras escritas.

Todos los caminos están desgastados por su caminar,
Su fuerte corazón agita el mar siempre batiendo,
Su corona de espinas trenzada con cada espina,
Su cruz es todo árbol.

Joseph Plunkett

© traducción ANTONIO LINARES FAMILIAR

lunes, 16 de noviembre de 2015

Poeta invitado: PAUL CELAN "Fuga de la muerte"


Fuga de la muerte

Negra leche del alba la bebemos al atardecer
la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche
           bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus
           mastines
silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra
ordena tocad para la danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
          bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no
se yace estrechamente en él
Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad
empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules
cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la
            danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer
           bebemos y bebemos
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes
Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro
          venido de Alemania
grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como
          humo en el aire
y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de
          Alemania
te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules
te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido
           de Alemania
tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita



De "Amapola y memoria" 1952 Versión de José Ángel Valente

domingo, 1 de noviembre de 2015

Poeta invitado: MARTÍN LÓPEZ VEGA, "Preguntas al gusano"


PREGUNTAS AL GUSANO

¿Ya estás aquí, Gusano? ¿Tan pronto te presentas?
Iluso fui al creer que me aguardarías, al acecho,
en el pedazo de tierra que me esté reservado,
que no sabría de ti hasta el día que asomarás la cabeza
por el hueco de un ojo en mi calavera.
Pero no, tu especie no conoce la paciencia:
ya estás en mí, excavando un túnel en mi sueño negro,
dejando tus babas en los recuerdos que aún no tengo.
Avanzas en silencio, cuidando de no ser descubierto.
Pero ¿a qué ese temor? ¿No sabes tú, como sé yo,
que nada podría hacer contra tu victoria?
Gusano, tú no eres tú, sino tu destino,
y tu destino es el mío: no somos, pues, tan distintos.
Creí que tuyo, de mi tiempo,
sería sólo el que nunca tendré por mío.
Pero también del que atesoro es tuya una parte.
¿Cuál es esa parte? ¿Qué monedas reclamas?
No respondes. Avanzas en silencio.
Sé que no es a mí a quien temes despertar:
¿Cuál será tu gusano, Gusano?

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Poeta invitado: JOAN MARGARIT, "El banquete"


El banquete

Con los fémures rotos bajo el peso
de sus noventa años, desconfiada y voraz,
mi suegra vigilaba, y el cobarde del suegro,
bajo su obesidad, en diez lenguas callaba.
Mi hijo, con un pozo oscuro y frío
en su cabeza, absorto se atracaba
mientras miraba la televisión.
Mi hermano se mataba engordando, y gritaba
sucias procacidades a los manteles blancos.
Mis padres parecían disecados,
mudos de tanto odiarse,
y con la soledad terminal en sus caras.
Un banquete moral, repugnante y fantástico.
Tú, con nuestra amistad salvada del naufragio,
sonriente me mirabas: sin embargo,
tantos años de monstruos han sido implacables.

martes, 29 de septiembre de 2015

Poeta invitado: IGNACIO ELGUERO DE OLAVIDE, "Siempre"


Siempre

He cogido su mano.
Qué extraña sensación
cuando la aprieto.
Tengo su mano fría entrelazada.
Sé que la despedida está más cerca
pues el tacto es más seco, más duro, más terrible.
Siempre tendré su mano
muriendo entre las mías.

He cogido otra mano con los años.
Un dedo, dos. Luego toda la mano.
Su frío es otro frío,
su tacto es otro, es nuevo.
Hay un paso tan sólo hacia su boca.
Me quedo con su tacto como con un perfume.
Este frío es distinto. Es un calor oculto
aún inmaduro. Verde.
Un calor que boquea, que germina.

Es otoño esta tarde.
Es la primera tarde del otoño.
Cojo sus manos blancas como plata
con los dedos delgados como espigas.
Su mano con mi mano
abre un mundo sin sombras,
un recorrido nuevo, un lugar apartado.
Se ha acelerado el ritmo de mi pulso,
es el tramo final, resolutivo.

Tienen las manos siempre
la humedad de la espera,
la misma que los labios al juntarse

decididos, abiertos, entregados.