Tierra de Ahulema

Tierra de Ahulema

jueves, 3 de diciembre de 2015

JOSÉ HIERRO lee "Vida"



Vida

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!»
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!»
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

lunes, 30 de noviembre de 2015

KEITH LOWE: "Continente salvaje"

Continente Salvaje 

Keith Lowe
560 páginas


Momentos de intranquilidad  sacuden nuestra propia historia, la que mantenemos como individuos y la que mantenemos como sociedad. Resulta desolador contemplar el crecimiento del miedo a lo diferente, la sospecha de lo distinto, la pérdida de libertad segura. Tiempos amargos en los que las certezas se desmoronan como se desmoronó la historia en Europa durante el siglo pasado. 
Del tiempo en el que se creía que el terror había acabado con el fin de la II Guerra Mundial, de aquellos años en los que se pensaba que la paz cerraría con plomo todo lo vivido durante el choque bélico, se hace eco Continente salvaje del historiador británico Keith Lowe
Un libro en el que, como afirmó Antonio Muñoz Molina, este historiador  consigue"recapitular lo que nadie recuerda, lo que quizás esté más allá de las facultades de nuestra imaginación contemporánea: lo que sucedió en Europa entre 1945 y 1949". 
Momentos de intranquilidad nos sacuden, tal vez comprobar cómo el terror y la agitación pudieron superar en crueldad los infiernos vividos pueda ayudarnos a encontrar el sosiego y la perspectiva que necesitamos.

© ANTONIO LINARES FAMILIAR


sábado, 21 de noviembre de 2015

Poeta invitado: JOSEPH MARY PLUNKETT "I See His Blood Upon The Rose"

    JOSEPH PLUNKETT (21 de noviembre de 1887 - 4 de mayo de 1916)

I see his blood upon the rose

I see his blood upon the rose
And in the stars the glory of his eyes,
His body gleams amid eternal snows,
His tears fall from the skies.

I see his face in every flower;
The thunder and the singing of the birds
Are but his voice—and carven by his power
Rocks are his written words.

All pathways by his feet are worn,
His strong heart stirs the ever-beating sea,
His crown of thorns is twined with every thorn,
His cross is every tree.



Joseph  Plunkett


Veo su sangre sobre la rosa

Veo su sangre sobre la rosa
Y en las estrellas la gloria de sus ojos,
Su cuerpo brilla entre de las nieves eternas,
Sus lágrimas caen de los cielos.

Veo su rostro en cada flor;
El trueno y el canto de los pájaros
Son su voz y ,talladas por su poder,
Las rocas son sus palabras escritas.

Todos los caminos están desgastados por su caminar,
Su fuerte corazón agita el mar siempre batiendo,
Su corona de espinas trenzada con cada espina,
Su cruz es todo árbol.

Joseph Plunkett

© traducción ANTONIO LINARES FAMILIAR

lunes, 16 de noviembre de 2015

Poeta invitado: PAUL CELAN "Fuga de la muerte"


Fuga de la muerte

Negra leche del alba la bebemos al atardecer
la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche
           bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus
           mastines
silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra
ordena tocad para la danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
          bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no
se yace estrechamente en él
Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad
empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules
cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la
            danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer
           bebemos y bebemos
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes
Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro
          venido de Alemania
grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como
          humo en el aire
y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de
          Alemania
te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules
te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido
           de Alemania
tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita



De "Amapola y memoria" 1952 Versión de José Ángel Valente

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Recomendación: La Casa lúgubre, CHARLES DICKENS


La pesadez del sistema judicial británico en el siglo XIX, los pleitos que perduran de generación en generación, los leguleyos que, como satélites, viven a costa de quienes depositan sus esperanzas en ellos; ilusiones, desilusiones, personajes que se desgarran en el proceso mientras otros reafirman su luz, mansiones, leyendas y algún crimen, se entrelazan en esta obra de madurez que muestran al Dickens más completo en esta Casa Lúgubre


martes, 10 de noviembre de 2015

VII


VII

El alambre entre mis dedos
como un rosario
en la oración del vigía
que calma su aliento:
Dios entre nosotros
con la inquietud del arma;

a mis pies el barro engulle
el día terminado;
frente a mi, otro idioma:
Gott mit uns.

El mismo barro
la misma oración.

©ANTONIO LINARES FAMILIAR


VII

The wire between my fingertrips
 As a rosary
in the sentry's prayer
 that calms my breath
 God between ourselves
 with the worry of the weapon;

at  my feet the mud devours
 the finished day;
in front of me, another language:
 Gott mit uns.

 The same mud

 the same prayer.

©ANTONIO LINARES FAMILIAR

sábado, 7 de noviembre de 2015

Revista LEER: Maica Rivera sobre "Poesía completa" de Wilfred Owen


LEERSIN PRISA 06/11/2015
¿GORDOS O FLACOS?

Vol­ve­mos a #LEER­sin­prisa. Qué rápido pasa el tiempo, cuánto hemos echado de menos estos pre­pa­ra­ti­vos com­par­ti­dos de serena lec­tura… no per­da­mos un sólo ins­tante, ¡a la mesa de nove­da­des! Y algún paseíto dare­mos, tam­bién, hacia las estan­te­rías con solera para res­ca­tar algún libro al hilo de la actua­li­dad lite­ra­ria… un lujo al que jamás renunciaremos.
M: Coge­mos el calen­da­rio. Una fecha clave para enten­der a una de las gran­des voces de la Pri­mera Gue­rra Mun­dial: 29 de noviem­bre de 1915. Están a punto de cum­plirse cien años de que Wil­fred Owen par­tiera hacia Fran­cia con los Lan­cas­hire Fusi­liers. Es el punto crí­tico en la vida del hom­bre y su cul­mi­na­ción como el poeta que cono­ce­mos. Lo explica Anto­nio Lina­res en la intro­duc­ción a la Poe­sía com­pleta de Wil­fred Owen que acaba de publi­car Lin­teo. Que sea el tra­duc­tor de esta pre­ciosa edi­ción nos pro­voca un gran albo­rozo por­que él fue, ni más ni menos, res­pon­sa­ble de que hace cinco años pudié­ra­mos, ¡al fin! (tras un largo e infruc­tuoso pere­gri­naje hasta enton­ces), pene­trar de lleno en el her­me­tismo de William Butler Yeats (gran­dí­sima debi­li­dad que pronto abor­da­re­mos) y hacerlo nues­tro, de la mano de otra joya de la misma edi­to­rial (La Esca­lera de Cara­col y otros poe­mas). Todo un hito en mi currí­cu­lum lec­tor, eterno agra­de­ci­miento a Linares.
B: Yo tam­bién ando sublime pero en otro plan, y bus­cando las esen­cias en fras­cos peque­ños. No sé si será el signo de los tiem­pos, pero me da por bus­car libros bre­ves, finos, que empe­zar y aca­bar en una tarde. Hoy traigo unos cuan­tos que he leído últi­ma­mente. Amor­ti­guada por la luz del atar­de­cer y los soni­dos y aro­mas del jar­dín pala­ciego de Esco­cia donde tiene lugar, la breve y bellí­sima His­to­ria cre­pus­cu­lar de Ste­fan Zweig que acaba de publi­car Acan­ti­lado nos embriaga como a su ado­les­cente pro­ta­go­nista, cau­tivo de una ciega pasión esti­val de roman­ti­cismo y ero­tismo exa­cer­ba­dos –¿soy yo o es que acaso como lec­tor con­tem­po­rá­neo con­ta­mi­nado de por­no­gra­fía inter­preto equi­vo­ca­da­mente las suti­les des­crip­cio­nes de Zweig?–. Imá­ge­nes bri­llan­tes y evo­ca­cio­nes de poé­tica elo­cuen­cia cau­ti­van más que la exas­pe­rante intriga amo­rosa, reflejo fiel de la tor­peza de la cha­va­le­ría de ayer, hoy y siem­pre. Pero nues­tro escri­tor no oculta los peli­gros que pue­den aguar­dar tras una arre­ba­tada expe­rien­cia de iniciación…
M: Tras una semana de llu­vias y hume­da­des, nos atre­ve­mos a pasear un ratito con los libros por el jar­dín y apre­cia­mos más que nunca la cari­cia fur­tiva de los rayos del sol sobre las hojas… ¡Ah, es otoño, en ver­dad, jefe, y nos embarga cierta melan­co­lía lírica! Hace­mos músculo y nos deja­mos enamo­rar por la His­to­ria de la belleza. De Fidias a Picasso, que nos pro­pone la Fun­da­ción Ami­gos Museo del Prado (Crí­tica / Círculo de Lec­to­res). Resulta que, entre el otoño de 2014 y la pri­ma­vera de 2015, se cele­bró en el Museo del Prado un ciclo de con­fe­ren­cias con este título, «un reco­rrido por el deve­nir del con­cepto que ha sido la clave de bóveda en la que durante siglos se ha sus­ten­tado el arte, un aná­li­sis sobre el modo en que la belleza se ha con­cre­tado en cada momento his­tó­rico en mani­fes­ta­cio­nes como la pin­tura, la escul­tura, la arqui­tec­tura y la música». Al comienzo de estas pági­nas lo explica con deta­lle Car­los Zurita, Duque de Soria, Pre­si­dente de la Fun­da­ción, para dar paso a 16 pres­ti­gio­sos espe­cia­lis­tas que acer­can a las dis­tin­tas dis­ci­pli­nas, teo­rías y obras, a los valo­res esté­ti­cos de cada época y estilo, «para des­cu­brir no sólo el deve­nir his­tó­rico de la belleza sino tam­bién la escu­rri­diza fron­tera de los lími­tes del arte».
B: Ay, acaba de lle­gar una monu­men­tal his­to­ria del arte edi­tada por Cáte­dra, Arte en España (1939–2015). Ideas, prác­ti­cas, polí­ti­cas, pero son 900 pági­nas, y no voy a caer en la ten­ta­ción de comen­tarlo por­que hoy la cosa va de libros finos, al menos por mi parte. De polí­tica, de la men­tira polí­tica, trata este breve ensayo recu­pe­rado ahora por Pasos Per­di­dos que Ale­xan­dre Koyré escri­bió en 1943 pen­sando en los tota­li­ta­ris­mos, par­ti­cu­lar­mente el ale­mán, que habían lle­vado al con­ti­nente a una san­grienta gue­rra que inevi­ta­ble­mente se había hecho mun­dial. Pero su pene­trante estu­dio sobre la mali­ciosa téc­nica tota­li­ta­ria de la men­tira en segundo grado –tra­du­cido y pro­lo­gado por Fer­nando Sán­chez Pin­tado– tam­bién ofrece intere­san­tes lec­cio­nes sobre el ejer­ci­cio de la polí­tica en nues­tros días. Koyré con­cluye que las masas de las demo­cra­cias alia­das, al con­tra­rio que las socie­da­des de los paí­ses del Eje, demos­tra­ron enton­ces ser refrac­ta­rias al juego de espe­jos tota­li­ta­rio; pero sus argu­cias, y así lo sugiere Sán­chez Pin­tado, se han aca­bado fil­trando en los sis­te­mas de liber­ta­des hasta con­ta­mi­nar fatal­mente su desa­rro­llo. Mira a tu alre­de­dor, hojea tu perió­dico favo­rito; no te cos­tará encontrarlas.
M: Retor­na­mos del jar­dín, que hace fres­quito y se nos cons­ti­pan los libros a pesar de sol… «Duelo al sol», de qué nos suena eso… Oh, a la entrada, a  nues­tros pies, una carta. El remite, neo­yor­quino. ¡Es Julio Val­deón Blanco! Pocas cosas nos ale­gran tanto en la vida coti­diana de la redac­ción como reci­bir noti­cia de nues­tros ado­ra­dos corres­pon­sa­les (por cierto, esta semana no nos can­sa­mos de con­ver­sar con  Óscar Caba­llero sobre el nuevo Gon­courtMat­hias Enard, del que nos habla en laCarta desde París #LEER267). Por influen­cia del «Duelo al sol» entre Jonat­han Fran­zen y David Fos­ter Wallace que con­cierta audaz­mente la Carta desde Nueva York #LEER267, vamos a recu­pe­rar tres libros de Wallace abso­lu­ta­mente irre­sis­ti­bles, para con­tras­tar, por ins­pi­ra­ción val­deo­niana, con la lec­tura obli­gada, esta tem­po­rada, de Fran­zen (PurezaSala­man­dra). El pri­mero de ellos es La broma infi­nita (DeBol­si­llo) que vol­vió a la actua­li­dad a raíz del estreno de la road movieThe end of the tour de James Pon­soldt (incluida entre las cien mejo­res nove­las en len­gua inglesa del último siglo por Time).
B: Wallace y Fran­zen son la antí­te­sis de lo que pro­pongo hoy… No sé si lo has hecho a pro­pó­sito. Pero yo sigo a lo mío; tú haz lo pro­pio. De nuevo Cáte­dra nos sirve en ban­deja un con­ciso alda­bo­nazo acerca del mundo con­tem­po­rá­neo. En La tira­nía de los modos de vidaMark Hun­yadi, pro­fe­sor de Filo­so­fía Moral y Polí­tica en la Uni­ver­si­dad de Lovaina, aborda la para­doja moral de nues­tro tiempo: “Por res­peto ético a los dere­chos indi­vi­dua­les, se nos pre­para un mundo que tal vez sea éti­ca­mente detes­ta­ble”. Los dere­chos indi­vi­dua­les están quizá más pro­te­gi­dos que nunca. Pero la apo­teo­sis de éti­cas res­trin­gi­das ha redun­dado en una des­aten­ción preo­cu­pante del cua­dro gene­ral. La ética ha acom­pa­ñado al mundo en su frag­men­ta­ción, y ha que­dado inerme ante la emer­gen­cia de nue­vas reali­da­des como la revo­lu­ción digi­tal. Nues­tro dere­cho a la pri­va­ci­dad está amplia­mente reco­no­cido y regu­lado, pero la acep­ta­ción de las con­di­cio­nes de uso de cual­quiera de las apli­ca­cio­nes de nues­tro telé­fono móvil implica la renun­cia a ellos. Si somos ver­da­de­ra­mente celo­sos de nues­tros datos, nos que­da­mos al mar­gen. Este es quizá el más vívido de los pro­ce­sos de emer­gen­cia en mar­cha que logran “hacer­nos pasar de la adap­ta­ción pro­gre­siva al hecho con­su­mado sin solu­ción de con­ti­nui­dad”. Hun­yadi lo tiene claro: “el frac­cio­na­miento de la ética para­liza la ética. Los dere­chos, las liber­ta­des la igual­dad son objeto de aten­ción, pero no lo son los modos de vida” que aflo­ran por acu­mu­la­ción de circunstancias.
M: La siguiente obra de Wallace que mete­mos en la mochila para el fin de semana es, por aña­di­dura, Algo supues­ta­mente diver­tido que nunca vol­veré a hacer (DeBol­si­llo). Se trata de un artículo basado en la expe­rien­cia del malo­grado autor durante un cru­cero de lujo por el Caribe. Esta mane­ja­ble edi­ción nos lo pre­senta como «una de las radio­gra­fías más agu­das e irre­ve­ren­tes de la cul­tura ame­ri­cana de fin de siglo, en la que se entre­mez­clan la fami­lia­ri­dad, el asom­bro y una mor­da­ci­dad des­ca­be­llada». Y es así como, a las puer­tas del pri­mer fin de semana de noviem­bre, el mes oto­ñal y melan­có­lico por exce­len­cia, nos damos cuenta de cuánto echa­mos de menos a Wallace.
B: Hom­bre, esto es algo más ase­qui­ble en lo que a pagi­na­ción se refiere… Recuerdo que tra­ta­mos de Wallace en aque­lla cover sobre sui­ci­dio y lite­ra­tura que hici­mos hace unos años en LEER… Ricardo Fuma­nal inter­pretó enton­ces la ilus­tra­ción canó­nica de Igna­tius J. Reilly, el inmor­tal pro­ta­go­nista de La con­jura de los necios, para nues­tra por­tada –por­que como bien es sabido su autor, John Ken­nedy Toole, se sui­cidó antes de ver publi­cada su asom­brosa obra-. Pre­ci­sa­mente esta semana nos ha lle­gado la novela del edi­tor pós­tumo de La con­juraWal­ker Percy, cuyo pró­logo cimentó la leyenda de aquel libro. Se trata de El ciné­filo, lo edita Alfa­bia, ganó el Natio­nal Book Award en 1961 y está situada en una Nueva Orleans car­na­va­lera, como La con­jura… Qué casua­li­dad. En fin, ya me he salido de mi com­pro­miso de hoy con los libros finos…
M: Final­mente, jefe, Hable­mos de lan­gos­tas (Lite­ra­tura Mon­da­dori). En la faja que arropa el libro, nos ale­gra encon­trar la más cer­tera cita crí­tica de nues­tra casa: «El más lúcido, culto y rigu­roso repre­sen­tante de la novela pos­mo­derna nor­te­ame­ri­cana». Nos reafir­ma­mos en ello. Junto a otras en la con­tra­por­tada. La de Michiko Kaku­tani en The New York Times: «Como en sus mejo­res obras de fic­ción, recuerda al lec­tor su enorme talento lite­ra­rio y un agudo sen­tido para cap­tar lo absurdo de la vida con­tem­po­rá­nea ame­ri­cana de prin­ci­pios del mile­nio». Y James Woods en The Guar­dian: «Fos­ter Wallace es un sober­bio humo­rista de la cul­tura… Su exu­be­ran­cia y sus tra­ve­su­ras inte­lec­tua­les son un deleite».
B: Con la venia… Pido per­miso para rema­tar. Ya que he sido desobe­diente de mí mismo, voy a serlo del todo men­cio­nando un libro que no llegó a tiempo de for­mar parte de nues­tro número de noviem­bre dedi­cado a Lo que queda de Franco: la actua­li­za­ción de la monu­men­tal bio­gra­fía del dic­ta­dor quePaul Pres­ton publicó en 1993 y 2002. Equí­pense con ella los intere­sa­dos en el per­so­naje y el periodo. Y por supuesto con el último número de LEER. Segui­mos leyendo…

martes, 3 de noviembre de 2015

JUAN CARLOS MESTRE: "Salmo de los bienaventurados"

ALBERT CAMUS.- "El hombre rebelde"


EL HOMBRE REBELDE
ALBERT CAMUS
Alianza Editorial, El libro de bolsillo


En tiempos de idas y venidas en los que la presión se hace asfixiante y la injusticia social galopa desbocada, resulta fundamental esta lectura como bálsamo y guía que nos ayude a hacer frente al momento que nos acecha.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Poeta invitado: MARTÍN LÓPEZ VEGA, "Preguntas al gusano"


PREGUNTAS AL GUSANO

¿Ya estás aquí, Gusano? ¿Tan pronto te presentas?
Iluso fui al creer que me aguardarías, al acecho,
en el pedazo de tierra que me esté reservado,
que no sabría de ti hasta el día que asomarás la cabeza
por el hueco de un ojo en mi calavera.
Pero no, tu especie no conoce la paciencia:
ya estás en mí, excavando un túnel en mi sueño negro,
dejando tus babas en los recuerdos que aún no tengo.
Avanzas en silencio, cuidando de no ser descubierto.
Pero ¿a qué ese temor? ¿No sabes tú, como sé yo,
que nada podría hacer contra tu victoria?
Gusano, tú no eres tú, sino tu destino,
y tu destino es el mío: no somos, pues, tan distintos.
Creí que tuyo, de mi tiempo,
sería sólo el que nunca tendré por mío.
Pero también del que atesoro es tuya una parte.
¿Cuál es esa parte? ¿Qué monedas reclamas?
No respondes. Avanzas en silencio.
Sé que no es a mí a quien temes despertar:
¿Cuál será tu gusano, Gusano?

domingo, 25 de octubre de 2015

Despedida a CARLOS BOUSOÑO

Carlos Bousoño (Boal, Asturias 9 de mayo de 1923 — Madrid, 24 de octubre de 2015) 

Elegía

Te he dicho que los hombres no contemplan
el puro río que pasa,
la dulce luz que invade las riberas
cuando fluye hacia el mar el agua casta.

Te he dicho ayer...Y yo veo ahora
fluyendo dulce hacia la mar lejana,
mientras los hombres ciegos, ciegamente
se embisten con furor de piedra helada.

Con desolada luz vas olvidado,
pero yo te contemplo, agua irisada,
silente amigo, y veo mi figura
triste, mirándose en tus aguas.

Amigo solitario:
esto te digo mientras pasas.
Repite luego mi voz triste
allá en las rocas desoladas.

Porque has de ver tierras estériles
y muertos sin remedio ni esperanza.

En la muerte de MAUREEN O'HARA

Maureen O'Hara (Ranelagh, de Irlanda, 17 de agosto de 1920 - 24 de octubre de 2015))


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Poeta invitado: JOAN MARGARIT, "El banquete"


El banquete

Con los fémures rotos bajo el peso
de sus noventa años, desconfiada y voraz,
mi suegra vigilaba, y el cobarde del suegro,
bajo su obesidad, en diez lenguas callaba.
Mi hijo, con un pozo oscuro y frío
en su cabeza, absorto se atracaba
mientras miraba la televisión.
Mi hermano se mataba engordando, y gritaba
sucias procacidades a los manteles blancos.
Mis padres parecían disecados,
mudos de tanto odiarse,
y con la soledad terminal en sus caras.
Un banquete moral, repugnante y fantástico.
Tú, con nuestra amistad salvada del naufragio,
sonriente me mirabas: sin embargo,
tantos años de monstruos han sido implacables.

martes, 29 de septiembre de 2015

Poeta invitado: IGNACIO ELGUERO DE OLAVIDE, "Siempre"


Siempre

He cogido su mano.
Qué extraña sensación
cuando la aprieto.
Tengo su mano fría entrelazada.
Sé que la despedida está más cerca
pues el tacto es más seco, más duro, más terrible.
Siempre tendré su mano
muriendo entre las mías.

He cogido otra mano con los años.
Un dedo, dos. Luego toda la mano.
Su frío es otro frío,
su tacto es otro, es nuevo.
Hay un paso tan sólo hacia su boca.
Me quedo con su tacto como con un perfume.
Este frío es distinto. Es un calor oculto
aún inmaduro. Verde.
Un calor que boquea, que germina.

Es otoño esta tarde.
Es la primera tarde del otoño.
Cojo sus manos blancas como plata
con los dedos delgados como espigas.
Su mano con mi mano
abre un mundo sin sombras,
un recorrido nuevo, un lugar apartado.
Se ha acelerado el ritmo de mi pulso,
es el tramo final, resolutivo.

Tienen las manos siempre
la humedad de la espera,
la misma que los labios al juntarse

decididos, abiertos, entregados.

jueves, 4 de junio de 2015

Poeta invitado: DAVID GONZÁLEZ, "Pared"


PARED

pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.
GABRIEL ARESTI
de la casa de san andrés de los tacones
solo sigue en pie una pared de piedra.
detrás de esa pared nació mi madre,
y la madre de mi madre,
y la madre de la madre de mi madre.

y yo.
y mi abuelo, luis,
murió en el año 1967, a la edad de 61 años. detrás de esa pared.

en los alrededores de la casa
había una pomarada sitio poblado de manzanos, un hórreo ast. y gal. construcción de madera, de base rectangular, sostenida en el aire por cuatro o más columnas o pilares, llamados pegoyos, en la cual se guardan y preservan de la humedad y de los ratones granos y otros productos agrícolas. y un río
al que iban mi madre y sus hermanas
a lavar la ropa y a lavarse ellas.

luego, construyeron el embalse,
y las aguas
anegaron el río,
derribaron el hórreo
y empodrecieron las manzanas.

y ayer
fui a renovar el carnet de identidad.

¿lugar de nacimiento?, me preguntaron.
san andrés de los tacones, respondí.
pero no pudieron encontrar
mi aldea en su ordenador.

busca san andrés, dijo un policía.
tampoco.
mira a ver por andrés.
no.
prueba con tacones, dijo otro policía.

ni rastro.
así que cuando salí de la comisaría
había vuelto a nacer,
solo que esta vez en la ciudad de gijón.

con todo, la pared de piedra
de la casa de san andrés de los tacones
aún sigue en pie.

como un poema.
  o mejor:
como una semilla.

© DAVID GONZÁLEZ

jueves, 23 de abril de 2015

Día Internacional del Libro. Felicidades

Armas de destrucción de intolerancia, ignorancia, tristeza, soledad.
Arma creadora de libertad, personalidad, sueños y realidades

martes, 14 de abril de 2015

Porque hay días en los que los tambores de hojalata abren sus venas y nos dejan muy tristes.

Günter Grass (Dánzig, 16 de octubre de 1927 - Lübeck 13 de abril de 2015)

Eduardo Galeano (Montevideo, 3 de septiembre de 1940 - 13 de abril de 2015)

sábado, 11 de abril de 2015

Poeta invitado: FERNANDO PESSOA "Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación..."


Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación...

Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!

Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!

Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!

jueves, 26 de marzo de 2015

Poeta invitado: KEITH DOUGLAS "Desert flowers"


KEITH DOUGLAS 1920 - 1944


Desert Flowers

Living in a wide landscape are the flowers -
Rosenberg I only repeat what you were saying -
the shell and the hawk every hour
are slaying men and jerboas, slaying

the mind: but the body can fill
the hungry flowers and the dogs who cry words
at nights, the most hostile things of all.
But that is not news. Each time the night discards

draperies on the eyes and leaves the mind awake
I look each side of the door of sleep
for the little coin it will take
to buy the secret I shall not keep.

I see men as trees suffering
or confound the detail and the horizon.
Lay the coin on my tongue and I will sing
of what the others never set eyes on. 


Flores del Desierto

Viviendo en un amplio paisaje están las flores -
Rosenberg sólo repito lo que decías -
el obús y el halcón cada hora
están matando a hombres y a jerbos, matando
 
la mente: pero el cuerpo puede llenar
las hambrientas flores y los perros que lloran palabras
por las noches, la cosa más hostil de todas.
Pero eso no es noticia. Cada vez que la noche descarga

cortinas sobre los ojos y deja la mente despierta
miro a cada lado de la puerta del sueño
para que la pequeña moneda sea tomada
para comprar el secreto que no mantendré.

Veo a los hombres como árboles que sufren
o que confunden el detalle y el horizonte.
Dejo la moneda en mi lengua, y cantaré
sobre aquello que los ojos de los otros nunca se han posado.

 

 © de la traducción ANTONIO LINARES FAMILIAR