Tierra de Ahulema

Tierra de Ahulema

domingo, 28 de noviembre de 2010

Poema invitado:"Insomnio" DÁMASO ALONSO





Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?




jueves, 25 de noviembre de 2010

Veterans Day Poems by Becca Klaver : The Poetry Foundation [article]






Veterans Day Poems by Becca Klaver : The Poetry Foundation [article]

T. S. ELIOT lee The Waste Land Part I - The Burial of the Dead






The Waste Land Part I - The Burial of the Dead by T. S. Eliot - Poetry Archive

VII




Abre el libro, cae la sombra
de adjetivos desnudos y desinencias en blanco,
con el aire de una elipse sacudida
en la fundición del tiempo
sobre un monte agotado de tanto amanecer.

Pasa la página de nuevo,
reaparece el sabor gris de lo ya leído
prendido desde el ángulo de sus dedos
hasta el plomo de la garganta
a donde llega la espiral encendida de un nombre.

Cierra, olvida la lectura,
sumerge su piel entre el vaho de los desencuentros,
templa su lengua con el horizonte
y se desprende de cada estrofa
para arrojarse
contra la médula del sueño.


© ANTONIO LINARES FAMILIAR

DETERMINACIÓN

Ella salió aquella tarde del trabajo con más ánimo del acostumbrado: paso firme (le gustaba el eco de sus tacones sobre las aceras), hombros erguidos, pelo suelto y el brillo de la decisión más allá de su miopía.
Caminaba con premura. Tenía muy claro dónde ir y qué hacer. Se trataba de seguir las indicaciones de tanta bibliografía que había acumulado desde hacía mucho tiempo ya.


Mientras la tarde parecía hilvanarse tras el balcón, ella desplegaba sus esfuerzos en casa: movía muebles, descolgaba las cortinas del salón, las reemplazaba por otras de color púrpura, encendía una barrita de incienso, cambiaba de pared unas láminas, cambiaba de sitio un busto de Palas, acercaba el sillón de lectura al ventanal, a su lado una lámpara de pié que encendía y aplicó bálsamo de Galaad sobre las cicatrices dejadas por la pérdida de algunos amigos.

Cansada, pero satisfecha, encendió un cigarro mientras contemplaba la nueva disposición del salón, sólo quedaba el último aspecto.

Apagó el cigarro contra el cristal de un cenicero. Abrió la ventana, se sentó en el sillón, amoldándose al terciopelo de los cojines, se sirvió una copa de amontillado, esbozó una sonrisa y esperó.

Esperó al frío de diciembre.

Esperó la prolongación de esa noche que se extendería más allá de unos latidos que se pierden más allá de los pasillos.

Esperó la llegada de un Cuervo, desde la orilla plutónica de la noche, que le dijera: "Nunca más".


© ANTONIO LINARES FAMILIAR

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Poema invitado: "Carrick Revisited" MARTIN MOONEY

Martin Mooney, nacido en Belfast de padres católicos y protestantes, tiene publicadas: Grub, Rasputin and His Children y Blue Lamp Disco.






CARRICK REVISITED

William of Orange is a Rastafarian dwarf.
The wallpaper shop in Irish Street is having a Border Sale.

When I came here at your age, Jack, this was the regimental
museum of the Iniskilling Dragoons

with Captain Oates’ uniform and diaries in a glass case
and that pride of Carrick, a Terylene suit.

With lapels to the shoulder. Which was what Courtaulds hired
its thousands for. This is what they wore,

those who grew up without incendiaries and carbombs
and the random killing of Catholics

and the idea of work as a precarious luxury. Can you believe
such privileged tribes wore Terylene?

Now there’s a chance that you’ll not have to remember
our long war, even from my sidelines—

the windows shaken by a miles-off bomb, the corpse
of Edgar Graham on the university pavement,

the radio silence after La Mon. For half your two-years’ life
the ceasefire’s left the dole queues undisturbed,

and Carrick shaken only by the flypasts
of the Queen’s Flight VE Day celebrations.

And in time, maybe, they’ll display here
among the muskets and the halberds, the unsurrendered,

obsolete Aks and homemade submachineguns,
The outgrown ski masks, the tilt switches

like desk accessories for underworked executives;
and the demilitarised children can be shown

how tamed these weapons are, how they will never
bob, rusted but fireable, to the surface -

but not yet, not while the wallpaper shop
in Irish Street is having a border sale, and the rasta

Dutchman lords it over the carpark on his plinth, head
and shoulders above the rest of us, larger than life.

© 2000, Martin Mooney
From: Rasputin and his Children




CARRICK VISITADO DE NUEVO

Guillermo de Orange es un enano rastafari.
La tienda de decoración de Irish Street
tiene rebajas.

Cuando llegué aquí a tu edad, Jack, este era
el museo
del Regimiento de Dragones de Iniskilling

con el uniforme y los diarios del Capitán Oates
en una vitrina
y aquel orgullo de Carrick, un traje de Polyester.

Con las solapas hasta el hombro. Lo que
Courtaulds alquilaba a miles.
Esto era lo que ellos vestían,

aquellos que crecieron sin bombas incendiarias
ni coches bomba
y la matanza arbitraria de Católicos

y la idea del trabajo como un lujo precario.
¿Puedes creer
que esas tribus privilegiadas vestían de Polyester?

Ahora hay una posibilidad de que no tengas
que recordar
nuestra larga guerra, incluso desde mi perspectiva,

las ventanas sacudidas por una bomba,
el cadáver
de Edgard Graham sobre el suelo
de la Universidad,

el silencio de la radio después de lo de La Mon. Durante la mitad
de tus dos años de vida
el alto el fuego ha dejado las colas del paro
tranquilas,

y Carrick sólo sacudido por los desfiles aéreos
de las fuerzas de la Reina en las celebraciones del día de la victoria.

Y con tiempo, tal vez, ellos mostrarán aquí
entre los mosquetes y las alabardas,
los irreductibles

y anticuados AK y
las ametralladoras caseras,
los pasamontañas, los detonadores

como accesorios de escritorio
para ejecutivos;
y a los niños desmilitarizados se les podrá mostrar

cómo se domesticaron estas armas, cómo ellos
nunca más
se inclinarán, oxidados pero disparables, a la superficie,

pero aún no, no mientras la tienda de decoración
de Irish Street tenga rebajas, y
el rasta

holandés se señoree sobre el aparcamiento
montado en su potro, con su cabeza
y sus hombros por encima de nosotros, más grande
que la vida.



Courtlauds: Compañía química y textil
Edgard Graham: político y académico, miembro del Ulster Unionist Party, asesinado en 1983 por el I.R.A.
La Mon: restaurante norirlandés donde estalló, en 1978, una bomba colocada por el I.R.A.
Día de la victoria o VE day: celebración por el fin de la II Guerra Mundial en Europa.
AK: fusil Kalshnikov.



© Traducción y notas: ANTONIO LINARES FAMILIAR

jueves, 18 de noviembre de 2010

Poema invitado: "Love Poem on Theme by Whitman" ALLEN GINSBERG


Love Poem on Theme by Whitman


I'll go into the bedroom silently and lie down between the bridgegroom and
the bride,
those bodies fallen from heaven stretched out waiting naked and restless,
arms resting over their eyes in the darkness,
bury my face in their shoulders and breasts, breathing their skin,
and stroke and kiss neck and mouth and make back be open and known,
legs raised up crook'd to recieve, cock in the darkness driven tormented and
attacking
roused up from hole to itching head,
bodies locked shuddering naked, hot hips and bottocks screwed into each
other
and eyes, eyes glinting and charming, widening into looks and abandon,
moans of movement, voices, hands in air, hands between thighs,
hands in moisture on softened hips, throbbing contraction of bellies
till the white come flow in the swirling sheets,
and the bride cry for forgiveness, and the groom be covered with tears of
passion and compassion,
and I rise up from the bed replenished with last intimate gestures and kisses
of farewell -
all before the mind wakes, behind shades and closed doors in a darkened
house
where the inhabitants roam unsatisfied in the night,
nude ghosts seeking each other out in the silence.




Poema de amor basado en un tema de Whitman


Entraré en el dormitorio silenciosamente y me acos- taré entre el novio y la novia,
esos cuerpos caídos del cielo estirados esperando des- nudos e inquietos
los brazos reposando sobre sus ojos en la oscuridad,
hundiré mi cara en sus hombros y pechos, respirando su piel, y acariciaré y besaré cuello y boca y haré abierta y conocida la espalda,
piernas alzadas y abiertas para recibir, la verga en la noche impulsada, atormentada y atacando
excitada desde el agujero hasta la cabeza irritada
cuerpos entrelazados temblando desnudos, labios ca- lientes y nalgas atornilladas
las unas contra las otras
y los ojos, los ojos brillantes y embrujadores, abrién- dose a miradas y abandonos,
y gemidos de movimiento, voces, manos al aire, manos entre muslos,
manos en la humedad de labios enternecidos, palpi- tante contracción de abdómenes
hasta que llega un blanco flujo en las agitadas sábanas,
y la novia grita pidiendo perdón, y el novio queda cu- bierto de lágrimas de pasión y compasión,
y me alzo de la cama repleto de últimos gestos íntimos y besos de despedida—
todo antes de que la mente despierte, tras persianas y puertas cerradas en una casa oscurecida
donde los habitantes vagan insatisfechos durante la noche,
fantasmas desnudos buscándose los unos a los otros en medio del silencio.



Trad.: ANTONIO RESINES

de REALITY SANDWICHES

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Poema invitado: "La Trama" LORENZO OLIVÁN



Hay días en que abro
los ojos y pareces
la simple proyección
de la luz que da en ti.
Eres esa película
de misterio en que haces
el papel de otra tú
que me tiene intrigado.
Y no hay mejor actriz
metida en otra piel
ni mejor argumento
que verte así, dormida.
Apenas si te mueves,
o no te mueves nada,
pero todo sucede
con un fatal designio.
Qué vértigo de imágenes
vagamente intuidas
temblorosas refulgen
un instante en tu piel.
¿Quién es aquella huyendo
por detrás de tus párpados?
¿a qué da esa ventana?
¿qué objeto allí destella?
Tenso, expectante, absorto,
ato cabos y pistas
intrigado en saber
el final de la trama.
Te despiertas, entonces,
perezosa y preguntas
con perfecta inocencia
un sencillo: «¿Qué miras?»

Se ha cometido un crimen
y tú eres, a la vez,
el escenario, el cuerpo
y quien esconde el arma.



de Puntos de fuga

lunes, 15 de noviembre de 2010

DE UN ESPACIO EN UN TIEMPO

Joachim Mörtem, de profesión agrimensor en parajes próximos a la taiga, debía su pasión, rayana en lo obsesivo, por los países meridionales a la lectura, compulsiva, durante sus años universitarios de la Nova Cartographia de Andrea Groendig, explorador flamenco del siglo XVI que describía en su obra un lugar de costumbres propias de pueblos que abandonaron su destino, habitado por seres ajenos a cualquier convivencia y entregados a la más oscura tradición del olvido, un territorio barrido sin descanso por un aire cálido que lacera la voluntad de hablar de aquellos que caminan por sus tierras. Ese país así descrito quedó grabado en las aspiraciones viajeras de Mörtem y desde esos momentos quiso descubrir su propia visión de aquel lugar narrado.

Con los años y mucho tesón fue preparando su viaje en solitario, preparó el encuentro con la información relatada en aquel libro, un periplo que le llevaría desde el norte para aventurarse en la hosquedad y el desarraigo del paisaje.
Alcanzó el destino con su mirada septentrional sobre la que quería imprimir las escenas que confirmaran su referente bibliográfico. Los siglos habían pasado y con ellos la modernidad entró en estos lugares, si bien aún parecía reservar un sentimiento que corría en forma de brisa para llevar inquietud a los escasos forasteros que los visitaban, todo bajo el sonido de un silencio que parecía querer someter la voluntad de los habitantes de ese lugar.
Todas esas primeras impresiones quedaron marcadas en el ánimo del viajero e hicieron germinar en él el concepto auténtico de soledad. Estas impresiones se vieron agravadas por un acontecimiento de poca importancia, un hecho, un instante fortuito que hizo amanecer un mundo de sensaciones aterradoras que no se deben sepultar en el olvido.
Mörtem había empezado su segunda excursión dejando que fuera la apetencia del instante la que decidiera qué ruta seguir. Caminaba con despreocupación recorriendo el poblado cuando, en ese minuto en el que el sol se encontraba en su más alta verticalidad y diluye todo aquello que permanece bajo su imperio, descubrió la soledad de un edificio, aislado, como un cuajarón de olvido, del resto del pequeño núcleo de viviendas que conformaban el pueblo, casas de piedra agostada y ladrillo deslucido, coronadas de parduzcas tejas, casas que parecían ignorar, al igual que sus moradores, la exenta construcción de la que, entre la herrumbre del cartel, aún se podía leer el nombre del lugar sobre la cenicienta pared que encaraba al occidente.
Anclada a la orilla de las vías muertas, devoradas por ortigas y abrojos dispuestos allí por el calculado azar que la naturaleza dispone en sus acciones, varada al margen del oxidado ferrocarril, que de norte a sur dividía el horizonte entre el éxodo y la soledad, se izaba la antigua estación, como constancia delo que fue y no volvería a ser.

Edificación con el espíritu debilitado, donde las piedras que componían su estructura parecieran cansadas de soportar el interminable transcurso de los días, y, hartas de ser historia, desearan convertirse en escombros.
En ese escenario Joachim Mörtem creyó ser pasajero de la nada; miró su reloj como si comprobara la tardanza de un tren imposible, una sombra de luz pareció estrellarse con invisible violencia contra la palidez de la esfera: "espacio contra tiempo" - pensó. Realidad tras sombra. En su caminar rodeó el lugar buscando, con curiosidad un lugar por donde entrar, mas la mano del último hombre que de aquí había huido, cegó puertas y ventanas transformando aquel lugar de paso y reunión en fortaleza de aislamiento con la faz desgarrada por el abandono.
Sin entrar, Mörtem sintió, en la brisa que le rodeaba, instantes de vida que allí se celebraron, diálogos entre trabajadores, el vendedor de billetes, pasos arrastrados en la sala de espera, el murmullo en la cantina y el cambio de agujas. Escenas como las que allí tuvieron lugar parecieron querer volver a vivir en él. Enraizado en ese entorno que le atrapaba con invisible fuerza, Mörtem se sintió parte de todos ellos, lloró en las despedidas y en los reencuentros, corrió y caminó, habló con quienes creía reconocer. Todo allí guardado, con miedo a disolverse en la memoria de la indiferencia, quiso recuperarse en él. Mörtem sufría como aquello brotaba en su piel para luego convertirse en piedra, tumba que todo cubre de silencio para quebrarse con la fragilidad de un sueño.

Todos ellos, rostros que existieron, voces que hablaron, fueron silenciados por el rumor, ya familiar para él, de una brisa que parecía haber callado todo, haber olvidado todo, mientras arrastraba al recuerdo de un lado a otro del camino.
Encorvado y aterido, súbitamente envejecido, reinició su viajar, ahora huida, cuando el sol había dejado de azotar la fachada de poniente y la noche comenzaba a cubrir sueños y vigilias sembrando de temores y desvaneciendo ilusiones teñidas de cansancio. A su espalda abandonaba la existencia de aquella construcción que parecía justificar su no existencia.
Ahora Joachim Mörtem corría tras su sombra, tras su presente, acompañado de la certeza de que la irrealidad, siempre, es un atributo de lo infernal
.


© ANTONIO LINARES FAMILIAR

Poema invitado: "Regina tenebrarum" JUAN EDUARDO CIRLOT


Ira, suma, lira, ¿será rimar?

Como si los leones devorasen tu cuerpo, y tu sanrgre
corriera sobre el mármol escaso.
Así te miro, pensando
en el sagrado día de tu muerte,
cuando un sepulcro inmenso beberá tu hermosura
quemada por el tiempo.
Habrás sido una música ciega en lo alto de un muro.
Mi larga maldición te pertenece como tus propios huesos,
llévatela contigo a la tierra.
Tenebrosa, ¿de qué te sirve tanto oro
confundido con plata?
No podré ver tu muerte, comprobar tu agonia;
sólo tendré una escueta noticia inacabada.
la certidumbre del lugar ocupado por tus «restos»
y la seguridad mayor de que no he de nombrarte
cuando me refiere a mis ángeles clarividentes, erguidos.

Los trozos de tu cuerpo estarán en mi recuerdo,
no entre las garras de las fieras.
Tu fragancia infernal aún será mía.
Las letras de tu nombre descompuesto formarán otros nombres
y en la pradera violeta crecerán otras torres
en los atardeceres prolongados por la sed hacia el pozo
donde tú, entonces, vivías
cuando el cielo era rojo y los árboles escarlatas crecían.
Así acontece ya con cada instante.
El sonido es la muerte que todavía resiste
y levanta, sin manos, un gesto hacia lo vivo.
Oye mi corazón; se está moviendo.
Y esta música horrenda que no le conmueve
soy yo.

Ven a verme llorar,
no lloro con los ojos ni con el pensamiento;
lloro con las entrañas, con los dedos quemados,
con la frente rajada por cuchillos
y con la llaga en llamas que yo todo soy.
Desciende del palacio, ven
a verme llorar.

Verás un monasterio cuando se despedaza
y verás dos mil años en sólo unos momentos,
o en un tiempo tan largo que la historia del mundo
no llena su interior.
(Allí dejamos sólo
un corazón abierto.
El árbol aún hablaba
cuando ya no era nada
en el campo monótono.)
Schoenberg está loco en el jardín de mi casa interior
Los jacintos aún florecen en la noche del África.
Dejadme, suplicó aquel mendigo.
Lo dejaron sin brazos, sin labios y sin ojos.
Yo tengo que recoger su espíritu,
bajarlo de la cruz,
y llevarlo a la cumbre de esta Tierra maldita.
Necesito las hachas brillantes, el punzón
que se clave en el centro de lo Negro.
Yo fui dorado como la nube al sol
o como la corona del monarca apresurado
a sentarse en su trono.
¿Dónde está mi draconario?
Las galeras han muerto, las torres
gimen en aglomeraciones de cenizas
y sus manos se agiten en un aire abrasado.
¿En qué guerra me podría salvar
entre esta turbamulta horrible de cristianos siniestros?

¡Violentos, venid!
Dentro de le dulzura se vierte lo corrupto
y los tejidos cantan un halo segregado.
Heridas sobrenadan,
hierbas, cruces.
Y el cabo de la rosa se repite el sudario.
Todos los cauces hablan con sus más grises bocas,
las rondas de las rocas viven bajo la tierra.
Oh, jardín
oye tu propia voz clavada en un pedazo
de inoíble papel.
Óyela y llora.

(Al amanecer, me aproximo al gran Valle perdido como si
fuese un gigante de piedra.)

Dime, belleza,
¿dónde te ocultarás cuando no exista este sonido
al que, feroz, te aferras?
¿Sabes lo que es el mar? Piensa.
Un día
vi una llaga horrorosa.
Parecía una flor, una torre, un extenso
pisaisaje bajo un sol de plomo.
Le pregunté: ¿Quién eres?
Me contestó un sonido sin habla,
un lamento que aún oigo sin oírlo,
un gemido sin letras. Pero creo
que mi nombre decía.
Es como si, de pronto,
mis heridas hablaran
y los ramos violetas que envuelven mi corazón
temblasen en la cabeza blanca del cementerio, así
una música absorta se eleva de las casas
e intenta retornar hacia el ave secreta
que te deshace lejos.
En la montaña abierta de par en par.
en aquella celeste puerta por la que ya no pasamos,
nuestras imágenes lanzan gritos agudos
y semejan relieves de cristal y de acero,
un Géminis de sangre.
Como si los paisajes fueran cerrojos
y tus manos la rosa inmensa que tapia los cielos;
así me acerco en silencio a tu gigantesco recuerdo,
mientras los lobos gimen en torno mío
y una esvástica negra
persigna mi frente donde siempre persistes
y donde te transformas en una fuente alada.
Pero la Oscuridad es tu dominio y por eso
me voy oscureciendo, Regina
Tenebrarum.
¿Dónde estará nuestro reino?

domingo, 14 de noviembre de 2010

Book Reviews: 'The Mind's Eye' by Oliver Sacks and 'Self Comes to Mind' by Antonio Damasio | Dallas-Fort Worth Entertainment News and Events | News for Dallas, Texas | Dallas Morning News

Book Reviews: 'The Mind's Eye' by Oliver Sacks and 'Self Comes to Mind' by Antonio Damasio | Dallas-Fort Worth Entertainment News and Events | News for Dallas, Texas | Dallas Morning News

SUGERENCIAS



Deja que las campanas
alimenten el caudal de la tarde;
inclina el gesto
y deja a un lado
lo que nadie quiere olvidar;
traga el miedo,
desanda las dudas
y ata las lágrimas;
aprende la ley de los silencios,
quema las puertas
y apaga mañanas de niebla.

Reafirma tu silueta en este horizonte

y despierta.


© ANTONIO LINARES FAMILIAR

Julio Cortazar - Preambulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj




y la piel se eriza, siempre estremecida:

Borges y un extraño sueño: "yo soñé esta mañana que me moría"




... y nos quedamos prendidos a ese sueño.


sábado, 13 de noviembre de 2010

In memoriam LUIS GARCÍA BERLANGA


LUIS GARCÍA BERLANGA

Valencia, 12 de junio de 1921- Madrid, 13 de noviembre de 2010


Concert Party by Edmund Blunden - Poetry Archive

El poeta EDMUND BLUNDEN recita su poema Concert Party


Concert Party by Edmund Blunden - Poetry Archive

Poema invitado: "Mecánica terrestre" ÁLVARO VALVERDE




Lo mismo que una imagen
recuerda a alguna análoga
y una sombra a la fresca
humedad de otra estancia
y un olor a una escena
cercana por remota
y esta ciudad a aquélla
habitable y distante,
así, cuando la tarde
se hace eterna y es julio
todo expresa una múltiple,
inasible presencia,
y el agua es más que el filtro
de lo que fluye y pasa
y la luz más que el velo
que ilumina las cosas
y el viento más que el nombre
de una oscura noticia.

De Mecánica terrestre 2002

jueves, 11 de noviembre de 2010

In memoriam "Hypocite lecteur" CARLOS EDMUNDO de ORY





Abre hermano la puerta de este libro
alza la tapa de este baúl
que tienes cerca de tu mano morfinómana.

Suspira con educación
quita la mano de la oreja
lee despacio mi alud de cuentos de hadas
que has abierto un baúl de hechicería.

Respira en la pocilga de mi música
los violines en polvo
llora conmigo al recitar mis penas
mis cadenas mis venas mis antenas

mis pañuelos planchados con mis pies
y sabrás por qué soy el poeta sin sueldo
dejado en la frontera con una lavativa.



CARLOS EDMUNDO de ORY


(Cádiz, España; 27 de abril de 1923 - Thézy-Glimont, Francia; 11 de noviembre de 2010 )


Desde tus palabras, In Memoriam

Roddy Doyle Questions Commitments Tour

Roddy Doyle Questions Commitments Tour

Moyra Donaldson's Miracle Fruit

Moyra Donaldson's Miracle Fruit

http://litandspoken.southbankcentre.co.uk/2010/11/05/an-interview-reading-with-brian-turner/

http://litandspoken.southbankcentre.co.uk/2010/11/05/an-interview-reading-with-brian-turner/

REMEMBRANCE DAY 2010

A todos aquellos que dieron poesía en una guerra, a los que murieron como poetas en el barro de las bestias, a esos que nos dejaron sus palabras teñidas de sombras de amapolas.




Ivor Gurney

Alan Seeger

John McCrae

Wilfred Owen

Robert Graves

Siegfried Sassoon


Sylvia Plath - Poetry Archive

Sylvia Plath - Poetry Archive

Hilaire Belloc - Poetry Archive

Hilaire Belloc - Poetry Archive

Dylan Thomas - Poetry Archive

Dylan Thomas - Poetry Archive

Edgell Rickword - Poetry Archive

Edgell Rickword - Poetry Archive

Poema invitado: "Ocurre a veces" JUAN LUIS PANERO




Ocurre a veces, en las calladas horas de la noche,
al filo mismo de la madrugada,
tras el telón caído de la euforia y del vino.

Unos ojos parpadean, se abren,
nos miran con su última transparencia
y un instante a nuestro lado
su doloroso transcurrir, su apretado paisaje de ternura
muestran, como un mendigo o un esclavo,
la humillada quietud de su tristeza.

Entonces, cuando no hay una sola palabra que decir,
con la avidez que lleva en sí lo fugitivo,
besar, unirse en la húmeda tibieza,
en empapada, áspero de arcilla de otra boca,
donde nada al fin y todo nos pertenece.

Después, igual que el viento
agitando fugaz unas cortinas
la claridad de la mañana nos muestra,
desvelar un instante en la memoria
aquello que una noche, una mirada,
la destruida posesión de unos labios, nos dio.

Lo que ahora ciego tropieza, resbala
por la gastada pared del corazón,
aferrándose terco hacia la muerte,
desplomándose sordo hacia el olvido.



de A TRAVÉS DEL TIEMPO

lunes, 8 de noviembre de 2010

Veil by Todd Davis : American Life in Poetry

Veil by Todd Davis : American Life in Poetry

Recita Olvido García Valdés

EXTRAÑA LUCIDEZ




Fue cuando intenté extender la pasta dentífrica sobre el cepillo cuando tuve la primera impresión de la fragilidad de mi pulso. Lo disculpé con el hecho de haber pasado mala noche y ser víspera de un nuevo trabajo.
Tal vez.
El espejo parecía querer mostrar una realidad ajena a cualquier excusa.
Bajo la bombilla, el anverso del azogue devolvía un rostro cicatrizado por la edad, una edad que no suponía tener o que no recordaba haber vivido; el pelo había, casi, desaparecido y lo que quedaba eran mechones blanquecinos, deshilachados; y la papada se desprendía dejándome un rostro de aspecto bovino.
Pero era este temblor el que me inquietaba, apenas podía llevar el cepillo a la boca y no lograba entenderlo.
La mirada ausente, opaca, que estaba frente a mi tampoco ayudaba a calmarme. Tenía la boca entreabierta y dejaba asomar huecos de oscuridad por donde caían un hilo de baba blanquecina.
Mi cuerpo se comprimía, trababa de amoldarse a la delgadez de la imagen vecina, al tiempo que mi voz parecía un recuerdo que no llegaba a articular.
El olor de café recién hecho había sido reemplazado por un tufo de asepsia que atrapaba mis náuseas.
Tras el espejo, por encima de lo que era mi hombro, asomó un rostro, un cuerpo de mujer vestido de blanco.

Como eco de plomo sentí sus manos, me tomaron con suavidad, con mimo estremecedor, hasta que su voz resonó bajo su sonrisa:
- Brendan, ¡ya se ha vuelto a escapar de la habitación! - no dejaba de sonreir. ¡Venga, vamos despacito, así, a la cama y tome su pastilla!
Arrastraba los pies como si no supiera caminar. No dejaba de sonreír, y eso me estremecía más.
- ¡Mañana se encontrará mucho mejor! - repitió con esa sonrisa de hielo.




© ANTONIO LINARES FAMILIAR

Poema invitado: "Café descafeinado..." ANA MERINO




Café descafeinado
para una mujer que tiembla
y está sola
en ese lugar de la nostalgia
y el deseo silenciados.

Para una mujer que escribe
en las hojas que se le marchitan
al amor cotidiano,
para una mujer que sueña
anhelos que nunca se cumplen.

Café descafeinado
para una vieja loca
que se inventa la vida de los muertos
leyendo lápidas.

Para una mujer que dice que se aburre
y se pone a llorar a cada rato
y grita por las noches
porque imagina
arañas de metal
en las paredes.

Café descafeinado
para que, al menos,
su corazón lata despacio
y pueda disfrutar del sol
por las mañanas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

(DES)ENCUENTRO

Tarde con un color de bronce añejo, sin bruñir, como los edificios de la barriada sacudidos por los efectos de antiguas obras sindicales.
A un lado un pequeño parque mantiene leves tonos verdes, enfrente una escombrera, separados por el ancho de un autobús.
En la orilla del parque, sentado en un banco, un hombre bebe miserias en un litro de cerveza, a su lado una botella vacía, testigo de la estaciones de ese día..

Escondido bajo una derrota, oculta su edad, desprendiendo suciedad y abandono.
Frente a él, al otro lado de la suburbial frontera, un joven, en esa línea de edad donde la infancia se pierde a rasgones, cabizbajo, patea una piedra con la desgana del que espera, todos los días, y tiene el aliento carcomido. Levanta la vista del polvo y su mirada se entrelaza con la del hombre derrotado.
Sacudido, expulsado del descampado, el joven cruza la calle y se acerca al hombre sentado que respira las heces de la botella y olvida su mirada contra el suelo.
Junto al hombre, ausente de su realidad, el joven extiende un brazo sobre el hombro del mayor, le abriga con su presencia, transforma su boca:
- Papá, vámonos a casa, ya es hora.
Del bolsillo saca el porvenir de su padre enmarcado en el metal de su navaja, la única luz que hay en ese momento de la tarde.
- Sí - el adulto balbucea resignado -, ya es hora, vámonos donde quieras.



© GEMMA B. GONZÁLEZ MARTÍN y ANTONIO LINARES FAMILIAR

Poema invitado: "De la lluvia" JOSÉ MARÍA PARREÑO




este otoño que tanto te quiero
te regalo la lluvia.
la lluvia es todo:
es canción triste, es compañía,
es llanto persistente sobre todo el paisaje,
es la caricia que hace temblar el suelo
y elevar el sexo de las flores.
es la orden húmeda que implanta
los más espesos olores.
te la regalo porque es como tú,
extensa, repentina,
de estatura cansada por el sol de la tarde,
de ojos también cayédose camino del invierno
y porque en ella yo me siento tan dulce
como me siento en ti.

de todo lo que vuela y nos hace sufrir
nada más compasivo y simple que la lluvia,
y nada tan frágil y a la vez tan invicto
y nada como su misma promesa de frutos y verdor.
mírala, como un mar derrumbado,
como ruinas de una atmósfera de agua que existió.
muchas veces
me empapa de nostalgia y me hace nudos
que escuecen al tragar.
será porque la lluvia
cubre bosques que has amado conmigo,
nos ha mojado juntos, imparcial, minuciosa,
en lejanas provincias junto al mar.
ya para siempre tendrás lo que te he dado,
de mi regalo nunca podrás huir
ni devolvérmelo.
y cuando llueva, cada gota en tu cuerpo será un beso,
un beso que no pide nada a cambio,
que atravesará los impermeables, los paraguas,
dicéndote con su idioma monótono y dormido
que te quiero.

POETS & ARTISTS nº de Diciembre de 2010

sábado, 6 de noviembre de 2010

Poemas invitados: "A Movie Is Available Knowledge" " Rhapsody on a Winter Night" BEN MAZER


Ben Mazer nació en Nueva York en 1964, y ahora vive en Boston, Massachusetts. Sus poemas han sido publicados en revistas literarias internacionales, incluyendo Verse, Stand, Leviathan Quarterly, Harvard Magazine. etc. Su primera colección de poemas, White Cities, fue publicada en 1995.



A Movie Is Available Knowledge


A movie is available knowledge,
interdisciplinary garb, insane voices
uttering knowledge. Too much fun
remembers. On the hill the balcony
is windy. Better be said. Nothing
recommends the bluebirds. Better
the west wind. Remembers the ghosts love.
I am troubled by experience.

The high hedges languish the ocean.
Here it is eves then. Notion
knows no no. The North Star
freezes the ship's light like fire
over the white surf. The black death
roars silence, over the white sands.


Una película es el conocimiento disponible


Una película es el conocimiento disponible,
atuendo interdisciplinario, voces dementes
que lanzan conocimiento. Recuerda
demasiada diversión. Sobre balcón de la colina
hace viento. Mejor sea dicho. Nada
recomienda a los azulillos. Mejor
el viento del oeste. Recuerda el amor de fantasmas.
Estoy inquieto por la experiencia.

Los altos setos languidecen el océano.
Aquí es víspera de luego. La noción
no sabe nada. La estrella polar
congela la luz del barco como el fuego
sobre el oleaje blanco. La Peste Negra
ruge en silencio, sobre la playa blanca.

© Traducción ANTONIO LINARES FAMILIAR


Rhapsody on a Winter Night


The closed world adumbrates the snow.
Midnight deciphers pillows at the window.
Though it was several months ago,
in dead of winter, nothing knows or shows
where the requested intimacy goes.
The silent isolated frames
of meditation have dispersed with names.
The couches crouch in feeble poses,
incognizant of roses.



Rapsodia de una Noche De invierno


El mundo cerrado esboza la nieve.
La medianoche descifra almohadas en la ventana.
Aunque eso fuera hace varios meses,
en la muerte del invierno, nada se sabe o se muestra
de hacia dónde va la intimidad solicitada.
Los retratos silenciosos aislados
de meditación se han dispersado con nombres.
Los divanes se tumban en débiles posturas,
desconocedores de las rosas.

© Traducción ANTONIO LINARES FAMILIAR


writers' hub - Writers' Hub Live - Sally Hinchcliffe - Sally Hinchcliffe

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miércoles, 3 de noviembre de 2010

ANTE UNAS RUINAS



Con el frío de la quietud
los guijarros conducen su eco
tras la arcada
donde hubiera maderos
y ahora habita el verdín;
en los muros,
El roce de la estameña anidó
entre jaras y saúcos
en esta liturgia
que llevó las horas a los vitrales.

Ahora, sólo una cripta
sigue fiel a este paisaje
que el tiempo clausuró
al cegar la historia de sus nombres.

FANZINE BURLESQUE Nº 3