Los cuentos
Pinilla, Ramiro
Tusquets Editores
Colección Andanzas
Hace tiempo hice en este blog una reivindicación de la obra literaria de Ramiro Pinilla (Bilbao, Vizcaya, 13 de septiembre 1923) , ahora la vuelvo a hacer con la excusa de recomendaros la lectura de Los Cuentos (Tusquets). De nuevo Pinilla nos sitúa en Getxo, en su Getxo, el de los 48 caseríos fundacionales, el de los Baskardo de Sugarkea, los Oiandia, los Altube, los otros Baskardo. El Getxo del Galeón, la Venta, San Baskardo o la playa de la Galea; nos sitúa en lo vasco invitándonos a su comprensión y pasión.
Admito que no sé si este nuevo libro es un apéndice complementario de Verdes valles, colinas rojas o una invitación a la inmersión en el mundo trazado por este autor en esa trilogía, de ambas formas se pueden entender estos Cuentos.
Pinilla es un autor sólido, firme, forjador de un universo propio no sólo por el paisaje sino también por la contundencia de los personajes que transitan, habitan y crean ese mismo paisaje; todo con una prosa como su autor, sin aspavientos ni florituras literarias, dotando a la palabra de su significado justo, el adecuado para el entorno que está describiendo. De nuevo ratifico la versatilidad literaria de Ramiro Pinilla donde podemos encontrar la variedad enriquecedora, que tanto se agradece en tiempos de ajustes, de recurrir al realismo más gráfico como a la ensoñación fantástica del mejor Borges. Sí, reivindico una y otra vez a Ramiro Pinilla y el placer de su lectura.
En este caso se reúnen los dos únicos volúmenes de cuentos de Ramiro Pinilla, Recuerda, oh, recuerda y Primeras historias de la guerra interminable. Como si fueran leyendas los primeros relatos recrean un mundo primigenio en el que los Baskardo, decide su nombre al oír el fragor de las olas contra los acantilados y se resiste al progreso y los inventos técnicos, la gran lucha entre los partidarios de la madera, la tradición, y los del hierro, el progreso. Sus herederos protagonizan otras historias donde aparecen ballenas varadas y mujeres hermosas que parecen sirenas. También son testigos y protagonistas de hitos significativos en la historia de su pueblo, como la irrupción de un ejército de llamas traídas de América. Todo se detiene, en cambio, en la segunda parte, en las escenas de una «guerra interminable» donde domina el dolor y la represión, y en las que los niños asisten a la humillación de sus mayores, y los maestros e incluso los jugadores de fútbol sufren el descalabro de los vencidos.
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