Tierra de Ahulema

Tierra de Ahulema

lunes, 31 de mayo de 2010

Poema invitado: "Aquel que no ha ..." CARLES DUARTE I MONTSERRAT


Y proclamaré más dichosos a los muertos que a los vivos,
y más que a todos ellos a los que aún no han nacido
ECLESIASTÉS, 4.2



Aquel que no ha nacido aún
no ha vivido ni el dolor ni la palabra,
ni el crecimiento ni el cansancio de los días,
ni lo ha herido la avidez de los cuerpos
o el tacto de la luz sobre las manos,
y no conoce la agilidad del puma
ni el plumaje vistoso del guacamayo;
ni ha sufrido tampoco el frío inhóspito
ni la humedad agobiante
que detiene las horas;
no se ha probado el viejo vestido de la mar
ni ha tocado el árbol ni la roca
ni conoce el trayecto de la muerte.

Tal vez sea feliz
quien no ha nacido aún,
pero no lleva
ni en la piel ni en la memoria
el gusto de los años,
y la textura del viento
no habita su sangre,
ni ha dado fruto entre sus labios
el grito de la ternura.

Quizás sea feliz
sin el olor del té
y el sabor de la naranja.

Yo no podría serlo.



de Tríptico Hebreo

Crónica de La Escalera de Caracol en CULTURALIA del Diari de Menorca

Reseña realizada por Juan Cantavella, Catedrático de Periodismo, Facultad de Humanidades y C.C. de la Comunicación, Universidad San Pablo CEU.

viernes, 28 de mayo de 2010

Poema invitado: "La lluvia está en mí" GASTÓN BAQUERO


(D. H. Lawrence)


La lluvia está en mí. Cae,
cae y fluye,
más allá de la memoria.


El mar está en mí. Golpea,
ay golpea tan profundo,
tan impenetrablemente oscuro,
y de repente brota en un albor nevado,
cual leopardos de nieve que se yerguen
trizando enfurecidos las paredes del alma;
luego de nuevo ruedan partiendo rumorosos
con un eterno duelo de sibilante rabia.


Resuena el viejo mar en el fondo del hombre.


de El álamo rojo en la ventana




UNA DIGRESIÓN: ENTRE PAUL SIMON Y JOHN DONNE (por citar a alguien)


Reconozco que hace tiempo que no sé en qué lado quedarme, ni a qué hacer caso, incluso a quién. Tras mucho tiempo de silencio y ceguera interiores (no me quería hablar, tampoco ver) como si una zancuda temerosa fuera, decidí volver a abrir la mirada de la manera más amplia posible: hacia dentro, hacia fuera, a derecha e izquierda, y ante mí se presenta un viejo dilema en forma de palabras: unas cantadas por Simon y & Garfunkel ("I'm a rock"), las otras con las del místico John Donne y que todos recordamos por las reminiscencias de Hemingway (Por quién doblan las campanas).
Reconozco que no sé si quedarme en roca independiente y ajena o ser parte de una cadena interrelacionada y unida a un continente mayor. Podría tener motivos para una cosa y para la otra. Si bien admito que me aleja de la realidad la falta de interés por la más mínima cultura, cultivando el mayor desprecio hacia todo esfuerzo con el que se llenan las aceras cada día y cada noche.
Aparecen, como flores de estercolero, opinadores carentes de formación e información, trufados de gestos maniqueos que, aun trasnochados, se esgrimen como últimos hallazgos de la humanidad (delenda est Atapuerca) en un intento de atizarnos a unos contra otros; muñidores de brumas, hinchadores de arterias, arriman el gañote a la dirección de cualquier veleta (lástima que esos gallos no canten) a la vez que sacuden espantajos de aquelarre. Todo en unos momentos en los que, de nuevo acudo a Mr. Simon, "the words of the prophets are written on the subway walls and tenement halls" (las palabras de los profetas están escritas en las paredes del metro y en los bloques de vecinos).

Se disfraza lo soez, lo grosero, la mala educación, lo merdellón de sinónimos de sinceridad, mientras la empatía se diluye por las cloacas de la mezquindad, todo ello en una gala de feísmo y mal gusto: ignorancia de nuevo. Aquí me considero roca, piedra aislada.
Aplico esta digresión a la poesía. Lamentablemente mi DNI no me permite estar en lo que "oficialmente" se da en llamar joven, tampoco soy mujer, y esto NO VA (subrayo el NO VA) contra las y los poetas jóvenes, sino contra aquellos que sólo consideran factible y editable una poesía hecha por jóvenes lo que hace que entre las nuevas letras florezcan "coños", "bragas", "pollas", "vibradores" ... (Bukowsky y Quevedo eran mucho más que eso). No me rasgo la vestidura por esas palabras sino por el hecho de que en algunos ámbitos sólo eso se considera poesía.
Ábrase el horizonte temático, ábrase el panorama a las edades de los poetas, ábrase el coro a todas las voces, ábrase, en definitiva, la poesía más allá de los poetas. En este punto me siento unido a todos como piedra al continente.

Echo de menos el poder intercambiar ideas sin necesidad de disculparme, de hablar de literatura sin tapujos, sin previos establecidos, descubrir voces y descubrirme en la mía en los diálogos. A veces digo que escribo poesía, me reconozco poeta, sí, normalmente me responden con una sonrisa subrayada por un "yo es que la poesía..." a modo de excusa, cuando previamente habían reconocido su "pasión por la lectura", con lo que se confirma el hecho de que los poetas escribimos para poetas y a veces ni nos leemos; y la poesía se va perdiendo, se va difuminando de nuestro paisaje habitual: radio, televisión, escuelas, periódicos... la poesía es la innombrable, quitándole el rango humano para relegarla a tareas oscuras de alquimistas.
Hablo de poesía, pero hablo de cultura, hablo del conocimiento, hablo de la libertad engendrada en el saber, hablo, me temo, por hablar, como tantos otros han hecho y hacen pero que nos perdemos en soledades, en vacíos ahí es cuando acude el que fuera deán de St. Paul's Cathedral y me recuerda que las campanas suenan por ti, y por mi y por tantos otros a quienes espero encontrar, sentir y sentirme en sus miradas.
Reconozco que ando confuso, supongo que quien lea esto se habrá dado cuenta, si caigo en lo obvio pido disculpas, pero lamentablemente nos quedamos en la obviedad y nos callamos o, incluso, hacemos de lo obvio una solemnidad.
A todos los que se acerquen a estas palabras u otras cualquiera, gracias y bienvenidos. Sentaos, disfrutad y perdonad las molestias. Gracias

Simon & Garfunkel
I am a rock

A winter´s day
In a deep and dark December;
I am alone,
Gazing from my window to the streets below
On a freshly fallen silent shroud of snow

I am a rock,
I am an island,
I´ve built walls,
A fortress deep and mighty,
That noone may penetrate
I have no need of friendship; friendship causes pain
Its laughter and its loving I disdain

I am a rock,
I am an island
Don´t talk of love,
But I´ve heard the words before;
It´s sleeping in my memory
I won´t disturb the slumber of the feelings that have died
If I never lived I never would have cried

I am a rock
I am an island
I have my books
And my poetry to protect me;
I am shielded in my armor,
Hiding in my room, safe within my womb
I touch no one and no one touches me

I am a rock,
I am an island
And a rock feels no pain;
And an island never cries



Simon & Garfunkel
Soy una roca
Un día de invierno
en un profundo y oscuro diciembre;
estoy solo,
observando desde mi ventana las calles delante de mí, cubiertas
por un nuevo y silencioso sudario de nieve.

Soy una roca,
soy una isla.
He construido muros,
una fortaleza arraigada y poderosa,
que nadie puede penetrar.
No necesito la amistad; la amistad hace daño
desdeño su risa y su cariño.

Soy una roca,
soy una isla.
No hables de amor,
he oído esas palabras antes,
duermen en mis recuerdos,
no interrumpiré el letargo de los sentimientos que han muerto
si nunca hubiese vivido, nunca habría llorado.

Soy una roca
soy una isla.
Tengo mis libros
y mi poesía para protegerme;
escudado en mi armadura
oculto en mi habitación, a salvo dentro de mi útero
no toco a nadie y nadie me toca.

Soy una roca
soy una isla
y una roca no siente dolor
y una isla nunca llora

Traducción: Antonio Linares Familiar


John Donne
Meditation 17
'No Man is an Island'
No man is an island entire of itself; every man
is a piece of the continent, a part of the main;
if a clod be washed away by the sea, Europe
is the less, as well as if a promontory were, as
well as any manner of thy friends or of thine
own were; any man's death diminishes me,
because I am involved in mankind.
And therefore never send to know for whom
the bell tolls; it tolls for thee.

John Donne
Meditación 17

Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo. Cada uno es una parte del continente, una parte del todo. Si una porción de tierra es arrastrada por el mar, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, como si de cualquiera de tus amigos o de ti mismo se tratara. La muerte de cualquier hombre me hace pequeño porque estoy involucrado en la humanidad. Por lo tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

Traducción: Antonio Linares Familiar

ANTONIO LINARES FAMILIAR


La Escalera de Caracol y otro poemas en EL CULTURAL de El Mundo

jueves, 27 de mayo de 2010

Poema invitado: "El ángel rabioso" RAFAEL ALBERTI


Son puertas de sangre,
milenios de odios,
lluvias de rencores, mares.

¿Qué te hice, dime
para que los saltes?
¿Para que con tu agrio aliento
me incendies todos mis ángeles?

Hachas y relámpagos
de poco me valen.
Noches armadas, ni vientos
leales.

Rompes y me asaltas.
Cautivo me traes
a tu luz, que no es la mía,
para tornearme.

A tu luz, tan agria,
que no muerde a nadie.


de Sobre los ángeles

Poema invitado: "Pecado original" FERNANDO PESSOA


Ah, ¿quién escribirá la historia de lo que podría haber sido?
Será esa, si alguien la escribe,
La verdadera historia de la humanidad.

Lo que está es sólo el mundo verdadero, no es nosotros, sólo el mundo;
Lo que no está somos nosotros, y la verdad está ahí.

Soy quien dije ser.
Somos todos quienes nos supusimos.
Nuestra realidad es lo que no conseguimos nunca.

¿Qué es de aquella nuestra verdad — el sueño en la ventana de la infancia?
¿Qué es de aquella nuestra certeza — el propósito en la mesa del después?

Medito, la cabeza curvada contra las manos sobrepuestas
Sobre el antepecho alto de la ventana del balcón,
Sentado de lado en una silla, después de cenar.

¿Qué es de mi realidad, que sólo tengo la vida?
¿Qué es de mí, que soy sólo quien existo?

¡Cuántos Césares fui!

En el alma, y con alguna verdad;
En la imaginación, y con alguna justicia;
En la inteligencia, y con alguna razón —
¡Dios Mio! ¡Dios Mio! ¡Dios Mio!
¡Cuántos Césares fui!
¡Cuántos Césares fui!
¡Cuántos Césares fui!



de Álvaro de Campos

lunes, 24 de mayo de 2010

Poema invitado: "Donde escucha un predicador" ERNESTO PÉREZ ZÚÑIGA


Maldad: debilidad de soledad.
Jugar con un sufijo con los versos.
Construir el desamor. Sentir piedad
del roto corazón de los perversos.

Esperar el desdén de la verdad
y fingir el dolor, locos, inmersos.
Coformarse con la infelicidad
y con la inercia de los universos.

Dar el adiós a quien quieres contigo.
Salvarse de la culpa de los otros.
Volar en globo por robar el aire.

Vendrá otra soledad con tu castigo.
Vendrá muerto el ayer sin el nosotros.
Vendrá la corrupción de mi donaire.


de Calles para un pez luna

Poema invitado: "La señal" WILHELM MÜLLER


¿Por qué evito caminos
que los demás recorren,
y exploro ocultas sendas
entre riscos nevados?

No he cometido crímenes
de los que avergonzarme.
¿Qué insensatos anhelos
me impulsan a estos páramos?

Los postes me señalan,
al pasar, las ciudades;
deambulo sin descanso
buscando mi descanso.

Inmóvil, frente a mí,
contemplo una señal.
Elegiré el camino
del que nadie regresa.


de Viaje de invierno

domingo, 23 de mayo de 2010

Poema invitado: "Yo no necesito..." PEDRO SALINAS


Yo no necesito tiempo
para saber cómo eres:
conocerse es el relámpago.
¿Quién te va a ti a conocer
en lo que callas, o en esas
palabras con que lo callas?
El que te busque en la vida
que estás viviendo, no sabe
más que alusiones de ti,
pretextos donde te escondes.
Ir siguiéndote hacia atrás
en lo que tú has hecho, antes,
sumar acción con sonrisa,
años con nombres, será
ir perdiéndote. Yo no.
Te conocí, repentina,
en ese desgarramiento
brutal de tiniebla y luz,
donde se revela el fondo
que escapa al día y la noche.
Te vi, me has visto y ahora,
desnuda ya del equívoco,
de la historia, del pasado,
tú, amazona en la centella,
palpitante de recién
llegada sin esperarte,
eres tan antigua mía,
te conozco tan de tiempo
que en tu amor cierro los ojos,
y camino sin errar,
a ciegas, sin pedir nada
a esa luz lenta y segura
con que se conocen letras
y formas y se echan cuentas
y se cree que se ve
quién eres tú, mi invisible.


de La voz a ti debida

Poema invitado: "VI" CÉSAR VALLEJO


El traje que vestí mañana
no lo ha lavado mi lavandera:
lo lavaba en su venas otilinas,
en el chorro de su corazón, y hoy no he
de preguntarme si yo dejaba
el traje turbio de injusticia.


A hora que no hay quien vaya a las aguas,
en mis falsillas encañona
el lienzo ara emplumar, y todas las cosas
del velador de tánto qué será de mí,
todas no están mías
a mi lado.

Quedaron de su propiedad,
fratesadas, selladas con su trigueña bondad.

Y si supiera si ha de volver;
y si supiera qué mañana entrará
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella
lavandera del alma. Qué mañana entrará
satisfecha, capulí de obrería, dichosa
de probar que sí sabe, que sí puede
¡CÓMO NO VA A PODER!
Azular y planchar todos los caos.




de Trilce

viernes, 21 de mayo de 2010

X


Surge la mañana,
desde el embudo que aleja la noche
lleno de olor a muerte,
vacío de vida en su lodo;

surge la mañana,
con el redoble del avance
expuestos al ojo que aguarda
en nuestro horizonte,
la voz que nos llama
cuando el día se curva;

surge la mañana,
el olor nos sujeta al barro,
a esta excusa
que se alimenta de podredumbre
y me pregunto
qué saben estos muertos de mi.



Antonio Linares Familiar

Poema invitado: "La losa decía cuándo ella murió" DYLAN THOMAS


La losa decía cuándo ella murió.
Su nombre y apellido me pararon de golpe.
Una virgen casada, descansaba.
Desposóse en este lluvioso lugar,
al que fui a parar un día por suerte,
antes de oír yo en el seno de mi madre,
o de ver en la concha del espejo,
a través de su corazón yerto hablar la lluvia
y el sol en su rostro muerto.
Más no puede decir la gruesa losa.
Antes que yaciera en el lecho de un extraño
con una mano hundida en el pelo,
o aquella lluviosa lengua golpease restrospectivamente
durante años diabólicos y muertes inocentes
al cuarto de un niño oculto,
oí decir - más tarde - a los hombres,
se quejaba por la desnudez de sus miembros vestidos de blanco
y por sus labios rojos ennegrecidos a besos,
lloraba de dolor y hacía muecas,
hablaba y se desgarraba aunque sonrieran sus ojos.

Yo, que ví en una acuciante película
a la muerte y a esta loca heroína
encontrarse en un muro mortal,
la oí hablar por el quebrado pico
del pájaro de piedra que era su guardián:
Morí antes de llegar a sus nupcias
mas mi vientre se abultaba
y sentí en mi elemental caída
arrancarse llameante una ruda cabeza roja
y las inundaciones queridas de su pelo.


de Poemas 1934-1952

Poema invitado: "Música reflexiva" JESÚS URCELOY


No sé si Mahler supondría nunca
que bajo el Lido, entre anémonas, también crecen cadáveres:
niños empalados en arcos de violines,
alimento de peces en palacios de recreo.

Sospecho, entre ola y ola,
que hay lágrimas de lis en sus blancos ojos,
comerciantes de Onán que en los pasillos
venden estigmas, pequeños falos o batutas a los viejos directores.

La música más bella se reconoce donde
una mujer desnuda llora ante un olvido,
la idea que violenta al pasear entre estatuas,
la soledad del hombre entre columnas.


de La profesión de Judas

jueves, 20 de mayo de 2010

Poema invitado: [AUN CUANDO TEJÍ UNA ARMADURA DE ACERO] LEOPOLDO MARÍA PANERO


A Claudio Rodríguez, recordando el día
en que, con un cigarrillo temblándole en los labios,
me dijo, en el Drugstore de Fuencarral, "a
esta gente hay que ganarla".


Aun cuando tejí mi armadura de acero
el terror en mis ojos muertos.
Aun cuando con mano blanca y nula
hice de silencio tus orines
y la nieve cae aún sobre mi cuerpo
pese a ello se impone un silencio aún más hondo
a los clavos que habían horadado mi cráneo:
aun cuando sean huesos quizá lo que no tiembla
aun cuando el musgo concluye mi pecho
el terror remueve las cuencas vacías.


de Un agujero llamado Nevermore

DAVID CASTILLO ESPALDA DESNUDA {ESQUENA NUA}


Igual que la espalda puede entenderse como un atlas por donde recorrer todo tipo de sensaciones, Espalda Desnuda de David Castillo propone una variedad de caminos, de fronteras que se invitan a cruzar y de sensaciones que se invitan a palpar.
Articulado en seis partes, el poeta barcelonés mantiene, como constante, un diálogo, tal vez con el alma de la espalda que da título a su obra, donde nos lleva a cosmos tan íntimos como un baño o a otros no por multitudinarios, menos intensos como pueden ser Barcelona o Montpellier, bajo un reconocimiento de sencillez en la vida y aire de Mediterráneo.

Una línea de intensidad intimista en poemas cortos, en su mayor parte, que unen de manera transversal a la derrota, al abandono imposible (como el poema Fractura), a paisajes nocturnos y urbanos, con un fondo musical que sabe a blues y a rock, tan patentes a lo largo de toda la obra literaria de David Castillo que forman parte de su esencia poética, tanto como su ciudad natal.
Noches, cigarrillos, habitaciones, lugares desolados... conforman el núcleo que sostiene este trabajo de David Castillo en un camino en el que nunca se ha de girar porque quien lo haga, aunque se pueda ser la propia Medusa, tendrá el corazón de piedra, como reconoce en Epitafio.

ESPALDA DESNUDA (ESQUENA NUA) DAVID CASTILLO
EDICIONES BAILE DEL SOL
Antonio Linares Familiar

miércoles, 19 de mayo de 2010

Convicciones / Poeris(t)mos


XII

El hielo del metal
acaricia el calor ausente bajo la sábana
cuando aquella boca se diluye
en un vaso de otoño.


XIV

Tras la puerta
el siguiente paso
aguarda mi sombra
para arrastrarme a su origen.


XV

Abro el sello
cruzo el umbral,
inicio el surco de la palabra
y entre sus vacíos
contengo mi inquietud.


XVIII

Día a día
ensarto cada hora
en estos huesos
que mantienen
mi sombra en vertical.


XXII

Tras el muro invernal
la mirada
dibuja el viento desnudo
contra las ruinas
de tanto recuerdo.

Sus briznas sacian mi boca.


XXXIII

El vientre del vacío
sabe al mármol
forjado
a la sombra de la cruz.




Antonio Linares Familiar

Poema invitado: "Si el eunuco..." LUISA CASTRO


Si el eunuco se enfría en mis rodillas
le digo que sí
y nos queremos con las espadas altas
y nos queremos con el hilo
hermoso
de la tarde hueca,
y nos queremos, sí, si el eunuco
de pronto
osa escalar la dura arquitectura de mi sangre.

Estaremos en la sangre,
beberemos otra vez la tibia sangre,
comparemos un billete a ver la sangre.


de Los versos del Eunuco

martes, 18 de mayo de 2010

Poema invitado: "Encerrado..." MIGUEL CASADO


Encerrado, anota sin pausa,
se pregunta obsesivamente
por cómo se percibe, cómo se nombra
lo que se percibe, sobre todo
los colores - "en la paleta, el blanco
es el color más claro", o por qué
"algo transparente
puede ser verde, pero nunca blanco"-.
Escribe a mano, luego dicta
a máquina; recorta trozos
de papel y los separa, pega unos
en otros, no recuerda lo escrito
antes y, en el desorden de la memoria,
encuentra palabras libres
que pesan, destellos, líneas
que el pensamiento
aún recorre.



de Tienda de fieltro (Revista El Signo del Gorrión)

lunes, 17 de mayo de 2010

LI


Reza sin claridad
porque desconoce su tiempo
macerado entre las fechas
urdidas a su espalda,
páramo descreído;

golpea su frente
con el alma silenciosa,
como un coro donde encauzar sus labios
testigos de tanto silencio
arrojado a los surcos postreros;

hunde el pecho contra el cristal
para enumerar los dioses
que su orgullo incendiara
con polvo de intolerancia
y cubre su frente
con la ceniza resultante.

El viajero
reza sin claridad
porque busca su tiempo.



Antonio Linares Familiar

Poema invitado: "Bacanales en Rímini para olvidar a Isotta" GUILLERMO CARNERO


En unas breves horas puede el vino, en la dulce demencia del festín,

y las arpas, laúdes, las delicadas sedas,

aplacar el amor, como la cólera. ¿Qué queda como presa a la vejez,

qué peor enemigo que este arte

de conservar la vida? El brillo de los mármoles labrados

no ocultará tu muerte. No seremos

dentro de poco ya, ni estos dorados

cortinajes, las vívidas hogueras,

el carmesí arrugado tras la danza

ni el líquido destello de las gemas

en los rubios cabellos, tras el baño.

Proclaman en el llano azul los fresnos

el baño de las ninfas. Un tropel

de centauros te cerca. Todos estos brillantes candeleros y telas

han de prevalecer sobre nosotros, quizá será la muerte

la única certeza que nos ha sido dado alzar sobre la tierra,

escuchad cómo se rasga una hoja lentísima los tapices del palio,

cómo se desvanecen esos versos unidos a la música, cómo la proa del Buccentoro,

sumergiendo en el agua los flecos amarillos,

se acerca, con los rojos gallardetes al viento,

mientras flotan sin rumbo cadáveres y rosas.




de Dibujo de la muerte

Poema invitado: "L" RENÈ CHAR


Toda respiración propone un reino; la tarea de perseguir, la decisión de mantener, el entusiasmo de liberar. El poeta comparte en la inocencia y en la pobreza la condición de unos, condena y rechaza la arbitrariedad de lo otros.

Toda respiración propone un reino; hasta que se cumpla el destino de esta cabeza monotipo que llora, se obstina y se suelta para romperse en el infinito, exenta cabeza de lo imaginario.




de Partición formal

viernes, 7 de mayo de 2010

La Libélula se posó en la Escalera de Caracol: entrevista en el programa LA LIBÉLULA de Radio3 de Rne

En la madrugada del 6 al 7 de Mayo, Juan Suárez (esa voz sin rostro que dirige La Libélula de Radio3, Rne) y yo estuvimos hablando, y compartiendo Guiness, sobre Yeats y La Escalera de Caracol


La escalera de caracol (W. B. Yeats) ( LaLiBéLuLa)

"Hoy vamos a descender a alguna taberna irlandesa desde las alturas del ensueño, cosa que resultará sencilla y agradable gracias a 'La escalera de caracol' y otros poemas de William Butler Yeats, que nos presentará de viva voz su traductor e introductor Antonio Linares. Para este planeo LaLiBéLuLa de Radio 3 contará además con la palabra y las voces de Julio Cortázar, Mona León, Mayca Aguilera, Federico Volpini... Además, durante este planeo, LaLiBéLuLa de Radio 3 contará con la palabra y las voces de Jean-Françoise Deniau, Fernando Pessoa y Carmen Latorre... Y suenan: Escaleras y Cortázar - Elhombreviento - Las aventuras de Señor Bajito, Spiralling - Antony & The Johnsons - I am a bird now, Fire stairs - Darren Hayman & The Secondary Modern - Pram Town, Now & In Time to Be (The Works of Yeats) (The lake Isle of Innisfree - William Butler Yeats, An irish american foresees his death - Café Orchestra, Before the world was made - Van Morrison, Yeats' Grave... (07/05/10)." (Juan Suárez)




Con "la voz sin rostro", Juan Suárez, tras las "pintas" a la salud de W.B. Yeats

La escalera de caracol (W. B. Yeats) ( LaLiBéLuLa)



Gracias Juan y gracias a todo el equipo.

jueves, 6 de mayo de 2010

III


La mañana descubre la extensión
vacía de la cueva
para que su voz arrastre
toda huella de ceniza.

El frío encoge los hombros,
apresura el caminar
sobre la pendiente de las horas por sentir;
lejos del horizonte habitual
los pasos se deshacen sobre arena distinta
y la mirada se entrega
hacia el reflejo por conocer;

La espalda se refugia
se puebla de otro calor:
el que agrieta la lengua hasta su raíz
y revienta los labios
con la sangre del polvo recorrido.



Antonio Linares Familiar

Poema invitado: "No despertéis jamás a a serpiente" PERCY BYSSHE SHELLEY


No despertéis jamás a la serpiete,
por miedo a que ella ignore su camino;
dejad que se deslice mientras duerme
sumida en la honda yerba de los prados.
Que ni una abeja la oiga al arrastrarse,
que ni una mosca efímera resurja
de su sueño, acunada en la campánula,
ni las estrellas, cuando se escabulla,
silente entre la yerba, escurridiza.


de Los Poemas

miércoles, 5 de mayo de 2010

Poema invitado: "Inesperado encuentro" WISLAWA SZYMBORSKA


Somos muy amables el uno con el otro,
decimos que es bonito encontrarse después de tantos años.

Nuestros tigres beben leche.
Nuestros azores van a pie.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan ante una jaula vacía.

Nuestras víboras se han sacudido los relámpagos,
los monos la inspiración, los pavos reales las plumas.
¡Cuánto hace que dejaron nuestros cabellos los murciélagos!

Callamos sin acabar la frase,
sonriendo sin remedio.
Nuestras personas
no saben cómo hablarse.


de Sal

Reseña de La Escalera de Caracol y otros poemas realizada por JOSÉ ANTONIO REDONDO MARTÍN

WB Yeats: ‘La escalera de caracol’ y otros poemas comments


Posted on 2nd Mayo 2010 by redondomartin in Poesía

la escalera de caracol, Linteo, muerte, Poesía, vejez, WB Yeats, William Blake



La esca­lera de cara­col y otros poe­mas.
Lin­teo. Orense, 2010. 208 páginas. Traducción de Anto­nio Lina­res Fami­liar.
ISBN: 978–84-96067–50-9 . For­mato: rús­tica, 14 x 22 cm. 15 euros.

Declaro que esta torre es mi sím­bolo, declaro
que esta monó­tona esca­lera de cara­col es mi esca­lera ances­tral;
que Golds­mith y Deán, que Ber­ke­ley y Burke han subido por ella.

William Butler Yeats (1865–1939) ha sido, junto con Sea­mus Hea­ney el poeta más impor­tante de Irlanda. Su lite­ra­tura fue un largo camino de bús­queda y de tra­bajo, un camino que cul­minó en su madu­rez con dos gran­des obras maes­tras: La Torre y La esca­lera de cara­col. El poeta, que había alcan­zado la cum­bre del reco­no­ci­miento lite­ra­rio con el Nobel de lite­ra­tura y la cima del reco­no­ci­miento nacio­nal como sena­dor de la joven repú­blica irlan­desa, aborda en su gran poe­sía de madu­rez una visión cre­pus­cu­lar y doliente sobre el paso del tiempo, y para ello uti­liza todo tipo de apro­xi­ma­cio­nes y sím­bo­los: el epi­ta­fio de Swift, la refe­ren­cia a eda­des anti­guas en espe­cial al impe­rio de Bizan­cio y los sím­bo­los cel­tas de la muerte como es el lago.

El signo cre­pus­cu­lar es inequí­voco y abre el pri­mer poema: “La luz de la tarde, Lis­sa­dell…”; no le interesa al poeta tanto la reali­dad de la muerte, sino su sig­ni­fi­cado; no se apro­xima a ella desde la pers­pec­tiva román­tica, sino de la sim­bó­lica, y no aborda esta muerte como final sino como una ruina y una opor­tu­ni­dad de sabi­du­ría. Entre la con­cien­cia y la vani­dad como moto­res del afán del hom­bre, entre la per­fec­ción de la vida y la del tra­bajo, se desem­boca sin remi­sión en la vacie­dad o en el remor­di­miento, en un ocaso personal.

La esca­lera de cara­col gira entorno a poe­mas de muy dis­tinta exten­sión y com­ple­ji­dad, algu­nos como Gra­ti­tud a los ins­truc­to­res des­co­no­ci­dos consta de sólo cua­tro ver­sos y una sim­pli­ci­dad pro­pia de un Haiku, mien­tras que Bizan­cio o Vaci­la­ción son poe­mas de largo aliento.

Nos dice que para unos la vida es un fre­nesí, para otros un labe­rinto, para otros un sueño, y el pla­cer del pre­sente no es más que el sonido de unos gui­ja­rros en la ori­lla, bajo una ola fugaz. Este poeta maduro que parece renun­ciar al uso de una forma pasa a uti­li­zar casi todas ellas, no quiere com­po­ner una sin­fo­nía, sino una suite pode­rosa y leve, paro­dica y trascendente.

Cul­mina con esta obra el plan­tea­miento de La Torre, esta­ble­ciendo el valor de la poe­sía en el terri­to­rio de la ima­gi­na­ción y el espí­ritu, bien lejos del posi­ti­vismo y del libe­ra­lismo del siglo que le vio nacer y mucho más pró­ximo a uno de sus gran­des ins­pi­ra­do­res: el gran William Blake.

La esca­lera de Jacob, William Blake


Había releído hace poco varios poe­mas de La torre en una anto­lo­gía de WB Yeats, si de aquel libro comenté en su día que era uno de los mejo­res jamás escri­tos este no le va a la zaga, ya que le iguala en su auten­ti­ci­dad, en su liber­tad crea­tiva y en su abru­ma­dora apor­ta­ción de sím­bo­los e imá­ge­nes. La tra­duc­ción de Anto­nio Lina­res Fami­liar es exce­lente y trans­mite de forma bas­tante fiel la musi­ca­li­dad que poseen estos poe­mas del Irlan­dés. Edi­ción que no en vano nos regala tam­bién Tal vez pala­bras para música.

El lienzo de Yeats com­bina ele­men­tos míti­cos, como en el caso de Blake, pero domina un espa­cio más amplio en que se conec­tan cier­tos apun­tes loca­les, como el arroyo de Glen­da­lough, el par­que de Coole con imá­ge­nes uni­ver­sa­les como el des­te­llo del sol y la memo­ria de gran­des poe­tas como Homero. He que­rido ilus­trar este post con una ima­gen de Yeats ya anciano y donde parece estar algo can­sado y con la cha­queta mal colo­cada, un poeta enorme, de la estirpe de Dante y de Blake, y que en este libro parece seguir esta máxima de Vir­gi­lio: “Fugit irre­pa­ra­bile tempus.”

Las impu­ras imá­ge­nes del día se reti­ran,
la ebria sol­da­desca del Empe­ra­dor está dor­mida,
el eco de la noche retro­cede, can­ción de pros­ti­tu­tas
des­pués de la cam­pa­nada de la cate­dral;
el bri­llo de una estre­lla o una bóveda ilu­mi­nada por la luna des­deña
todo lo que es el hom­bre,
todas las sen­ci­llas com­ple­ji­da­des,
la furia y el limo de las venas.

José Antonio Redondo Martín

martes, 4 de mayo de 2010

VI


Despiertan las ratas,
otra vez,
asoman el grito
para reclamar su hueco
habitado por nuestro despojo;
ahí, donde ellas se crían
abrazamos nuestro descanso
y vomitamos el miedo.

Aparecen las ratas,
otra vez,
con la sed de nuestra miseria
repartida en cada cicatriz
que arrastramos por la trinchera.

Ahora hay silencio,
como un arco
el ataque se despierta
y las ratas vuelven a ser
el único golpe de vida.


Antonio Linares Familiar

Poema invitado: "Con aquel disparo...." ANA MARÍA MOIX


Con aquel disparo nunca sabré a quién quise matar. Llovía. Las sombras asomaban por las esquinas de los muebles y bajo las cortinas. Tú disparaste desde tu casa y yo desde la mía, en tiempos diferentes y, ya lo sabes, por causas muy distintas. Cada cual se asesina cuando quiere, y aunque los amigos digan "fue una muerte indigna", me han quedado, en el fondo, ganas de intentarlo de nuevo. Aunque como de costumbre no sepa hacia quién dirigir el cañón de mi retaco.



de A imagen y semejanza

lunes, 3 de mayo de 2010

La Escalera de Caracol y otros poemas en la revista ENCUENTROS DE LECTURA

30 de abril de 2010
Yeats. La escalera de caracol y otros poemas



William Butler Yeats.
La escalera de caracol y otros poemas.
Traducción de Antonio Linares Familiar.
Linteo. Orense, 2010.


Las impuras imágenes del día se retiran,
la ebria soldadesca del Emperador está dormida,
el eco de la noche retrocede, canción de prostitutas
después de la campanada de la catedral;
el brillo de una estrella o una bóveda iluminada por la luna desdeña
todo lo que es el hombre,
todas las sencillas complejidades,
la furia y el limo de las venas.


Esa es la primera estrofa de Bizancio, uno de los poemas esenciales de William Butler Yeats (1865-1939) que forman parte de La escalera de caracol y otros poemas, que acaba de publicar Linteo en edición bilingüe, con traducción, prólogo y notas de Antonio Linares.

Tras Una visión (1925) y La torre (1928), La escalera de caracol y otros poemas (1933) cierra la trilogía poética de la madurez de Yeats, en la que ha configurado ya un universo poético inconfundible.

Irlandés comprometido con los movimientos nacionalistas de finales del XIX, Yeats, como Pound y Eliot, afronta esa entrada radical en la contemporaneidad desde una mirada y un pensamiento en el que se combinan, a veces de manera problemática, la tradición y la modernidad.

A lo largo de su obra se funden ejemplarmente vida y poesía, ideología y literatura para dar lugar a una producción en la que se concreta un peculiar diálogo entre el poeta y el mundo del que surge la expresión lírica.

El tiempo y la memoria, Irlanda y el amor, las torres y la llama forman parte del imaginario poético de uno de los poetas imprescindibles del siglo XX. En la simbólica estructura circular de este libro, habitado por la oscuridad y la noche, las sombras y la muerte están algunos de los textos más memorables de Yeats.

Un ejemplo, el poema Muerte:

Ni el miedo ni la esperanza asisten
a un animal moribundo;
un hombre que espera su final
teme y espera todo;
muchas veces murió,
otras tantas se levantó de nuevo.
Un gran hombre orgulloso
que se encara con los asesinos,
y se burla
de ese exceso de ímpetu,
conoce la muerte hasta el tuétano:
el hombre ha creado la muerte.

Está aquí el Yeats dueño de un mundo propio de imágenes que conjugan pensamiento y emoción en la conciencia aguda del paso del tiempo.

Como en toda su época madura, Yeats practica una poesía en la que conviven la expansión y la contención, construye una obra la vez localista y universal, donde lo confesional cohabita con la alucinada voz del bardo o del oráculo. Los textos de La escalera de caracol y otros poemas son una acabada muestra de su modernidad sin consuelo, de la fuerza expresiva de una poesía en la que conviven lo autobiográfico y lo visionario.

Además de los poemas de La escalera de caracol, el volumen recoge las asombrosas canciones de Tal vez palabras para música, llenas de libertad imaginativa y de fuerza expresiva, de las que dijo Yeats que eran todo emoción. Destacan entre ellas el espléndido ciclo de la loca Jane en diálogo con personajes como el obispo.

Su potencia dramática, su configuración en torno a los personajes que interpretan esas canciones las emparenta con los poemas de Una mujer joven y anciana, una serie de diálogos en los que Yeats asimila la mejor tradición del lenguaje teatral desde Sófocles hasta el teatro mitológico contemporáneo pasando por Shakespeare.

Al final, para no perturbar la lectura, casi como una invitación a la relectura, unos breves y esclarecedores comentarios del magnífico traductor aclaran la génesis, el sentido y las alusiones de cada poema.


Santos Domínguez

POE+, Nº5 MONOGRÁFICO POESÍA VISUAL