La voz del tiempo
La voz del tiempo solo canta en la penumbra
En uno de los parterres de los jardines de Babilonia
crió una vez un pájaro de fuego, de la estirpe de los
dioses,
cuyo cantar causaba el soplo de la muerte
La voz del tiempo solo canta en el silencio
En una de las orgías del rey Nabucodonosor
cuando las bailarinas recogían sus caireles
hubo noches, infectadas de perfumes,
en las que los asistentes se bañaban
en las desnudas aguas de los dos ríos del Paraíso
Y se cuenta que la noche,
también desnuda de cintura para arriba,
desgranaba su cantar profundo
a solas, en una orilla
La voz del tiempo solo canta en la espesura
En uno de los desfiles del rey invicto Darío
los ancianos legionarios exigieron
que los jóvenes cautivos se contonearan,
como bayaderas,
y en el sopor de las tiendas de toldos de camello
imitaban los gemidos de las odaliscas
Pero, esa noche,
una virgen que pisaba una serpiente
vino a enturbiar los sueños asesinos
La voz del tiempo solo canta en las preguntas
En una de sus batallas, Artajerjes, el insigne,
viera un ángel que llevaba entre sus manos una copa
y, mientras los músicos, beodos, aporreaban los tambores
el rey se quedo dormido para siempre
en un charco de sangre milagrosa
Cuando esto ocurre,
recuas de besos harapientos,
acuden amarrados a las varas de los carros
y son clavados en sus pechos por los sayones
para que no vuelvan a cantar ya nunca
La voz del tiempo solo canta en la derrota
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