La niebla huye,
el horizonte, abierto,
nos entrega el vacío habitual;
hoy, con su nueva piel,
nos regala un cuerpo engarzado
en las ramas de un árbol;
la muerte anida para capturar
el ritmo seco de los alientos
sobre este jardín de metralla:
de nuevo se abre
una mañana sin misericordia.
el horizonte, abierto,
nos entrega el vacío habitual;
hoy, con su nueva piel,
nos regala un cuerpo engarzado
en las ramas de un árbol;
la muerte anida para capturar
el ritmo seco de los alientos
sobre este jardín de metralla:
de nuevo se abre
una mañana sin misericordia.
de En Tierra de Nadie
ANTONIO LINARES FAMILIAR
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