El acantilado altera su perfil
con una rama ajena al vértigo,
ahí donde anida el viento
y se alimenta la marea;
El equilibrio de la mirada
se quiebra
con el sabor de la sal
y la grieta del amanecer.
de Nortes
ANTONIO LINARES FAMILIAR
con una rama ajena al vértigo,
ahí donde anida el viento
y se alimenta la marea;
El equilibrio de la mirada
se quiebra
con el sabor de la sal
y la grieta del amanecer.
de Nortes
ANTONIO LINARES FAMILIAR
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