Hace unos años acudí a una lectura de un poeta aragonés, Ángel Petisme, a su lado, como presentador, estaba ese hombre de voz grave que hizo que todos esperásemos que un dia amaneciera con la palabra LIBERTAD en nuestro horizonte. Esa velada se extendió en una cena y en larga sobremesa que se ha prolongado en mi recuerdo. Hoy José Antonio Labordeta nos ha dejado y me siento con menos libertad sin su palabra.
ESO FUE...
Apenas un recuerdo, un vago sueño
de pasados domingos sin iluminarias
donde los camareros se aburrían
en establecimientos de segunda categoría.
Todo lo demás es un recuerdo nostálgico
de prensados días escolares
en el juvenil guardapolvo de los lunes.
Un sueño escaso de lluvias impares,
de noches inconclusas en mi pijama a rayas,
de furtivas huidas sin permiso
y, quizás, de algún funeral sin esperanza.
Años cautivos que huyeron de nosotros
a través de uno textos donde puede leerse:
Hoy no llueve... Domingo...
Quizás mañana muertos...
Mi padre me ha pegado...
Ya no hay amor... La una menos diez...
Huimos...
Y huimos para siempre.
IN MEMORIAM
JOSÉ ANTONIO LABORDETA
1935 - 2010
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