XII
El hielo del metal
acaricia el calor ausente bajo la sábana
cuando aquella boca se diluye
en un vaso de otoño.
XIV
Tras la puerta
el siguiente paso
aguarda mi sombra
para arrastrarme a su origen.
XV
Abro el sello
cruzo el umbral,
inicio el surco de la palabra
y entre sus vacíos
contengo mi inquietud.
XVIII
Día a día
ensarto cada hora
en estos huesos
que mantienen
mi sombra en vertical.
XXII
Tras el muro invernal
la mirada
dibuja el viento desnudo
contra las ruinas
de tanto recuerdo.
Sus briznas sacian mi boca.
XXXIII
El vientre del vacío
sabe al mármol
forjado
a la sombra de la cruz.
Antonio Linares Familiar
El hielo del metal
acaricia el calor ausente bajo la sábana
cuando aquella boca se diluye
en un vaso de otoño.
XIV
Tras la puerta
el siguiente paso
aguarda mi sombra
para arrastrarme a su origen.
XV
Abro el sello
cruzo el umbral,
inicio el surco de la palabra
y entre sus vacíos
contengo mi inquietud.
XVIII
Día a día
ensarto cada hora
en estos huesos
que mantienen
mi sombra en vertical.
XXII
Tras el muro invernal
la mirada
dibuja el viento desnudo
contra las ruinas
de tanto recuerdo.
Sus briznas sacian mi boca.
XXXIII
El vientre del vacío
sabe al mármol
forjado
a la sombra de la cruz.
Antonio Linares Familiar
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