Tierra de Ahulema
viernes, 19 de marzo de 2010
Poema invitado: "Misterium fascinans" ANTONIO COLINAS
viene la noche hasta las piedras,
viene la brisa oscura a acariciar el lomo de las piedras
blanda la piedra por el beso
con sabor a siglos
piedra junto a la piedra van negando
el Caos, lo impenetrable,
sube un rumor de piedras desde el río
y de la nieve escasa va llegando
a la mies
la voz o la dureza de la piedra,
porque la noche como piedra rueda
aquí, donde gravita el corazón,
y el Cosmos calla a veces
para que la palabra se propague
como piedra infecunda
silencio, nos decimos, escuchemos
qué es lo que trae el aire:
y un silencio de piedra va y conmueve
los ramos de la noche, las zarzas de la noche,
los ojos con espanto o con luna del rebaño,
un silencio que crece
y que materializa en cúpulas y ojivas
el sueño de los hombres,
trae música el silencio de la piedra,
remota orquestación
con fiebre va y asciende
- ¡oh plata que arde al sol de madrugada! -
la luz burila limbos en la piedra,
teje aves, abejas, hojarascas,
reverbera el buen barro
como la hoguera humilde,
tensos tiemblan los fustes
o gira el rosetón con turbulencias de astro
se hace y se deshace el tiempo,
cada robusto muro,
se funden las vidrieras,
en su luz cae la luz o cae la escarcha,
acaso cae la nieve en los inviernos
y van brotando soles del vacío,
coronas luminosas de las sombras
(para escrutar la vida hay que fundarla
y que fundamentarla
en un Orbe,
¡oh misterium fascinans!
ya suba el alba como un ángel frío,
ya se inflame la tarde en las veletas,
ya se bese la noche con el agua,
aquí, en la catedral,
el Tiempo dormirá en el astrolabio)
de Sepulcro en Tarquinia
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